ACN: ¿Cuál es la postura de la Iglesia respecto a las protestas que se están dando en el Líbano? y ¿cuáles son las principales demandas de la gente?
Las manifestaciones tienen un trasfondo puramente económico, las religiones no tienen nada que ver con eso. Los cristianos practican sus creencias religiosas con normalidad, sin ningún problema. El principal detonante de las manifestaciones es que el gobierno planeaba imponer impuestos adicionales a los ciudadanos. Ahora la mayoría de las personas que participan en las manifestaciones ya no confían más en el gobierno. Sus principales demandas son: un gobierno de especialistas para salvar el país, hacer transparentes las cuentas bancarias de los políticos y recuperar el dinero saqueado.
ACN: ¿Quién son los manifestantes? ¿Son sobretodo gente joven como en otros países que están siendo escenario de protestas sociales? ¿Cree que la gente tiene una verdadera oportunidad de ser escuchada?
En realidad todos se están manifestando: Hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, cristianos y musulmanes, estudiantes y padres. Las manifestaciones no se dan en un solo lugar, hay manifestaciones en todas las regiones del Líbano, también en Zahlé. La gente está haciendo todo lo que puede para ser escuchada. Los políticos dan discursos y prometen que están listos para hacer un cambio, pero la gente parece haber perdido toda la confianza en ellos. Les están pidiendo que renuncien.
ACN: ¿Cree que estos acontecimientos son buenos para la unidad del país?
Ciertamente son algo que nunca antes había sucedido en el Líbano; observamos que la población está unida detrás de sus demandas. Cristianos y musulmanes en todas las regiones del Líbano tienen las mismas reclamaciones: no más impuestos, seguro médico, electricidad, no más corrupción y una mejora de la nefasta situación económica en la que viven. Estas manifestaciones no tienen un fondo o carácter de un tipo de orientación política; la gente pide a todos los políticos que renuncien.