Otras 104 niñas fueron entregadas a sus familiares en marzo de 2018. Ella era la única cristiana del grupo y cuando sus compañeras fueron liberadas, las mismas niñas dijeron que Leah, de sólo 15 años en ese entonces, (nacida el 14 de mayo de 2003) seguiría en cautiverio pues se había negado a dejar su fe y convertirse al islam.
Desde entonces el silencio acompaña a la familia. El presidente de Nigeria, Buhari, se comprometió a garantizar la libertad de Leah en los meses posteriores a su captura, y en 2019 el gobierno nigeriano aseguró que se estaban llevando a cabo negociaciones. Pero no ha habido más reacciones que calmen la angustia de los Sharibu y de muchos padres en la misma condición.
En marzo del año pasado, los padres de Leah escribieron una carta abierta en la que pedían al presidente Muhammadu Buhari que cumpliera su promesa de liberar a su hija.
Las esperanzas se alimentan de los rumores y del testimonio de otras mujeres liberadas.
Un líder de la iglesia local, amigo y portavoz de la familia Sharibu habló con ACN y afirmó que la niña todavía está viva, lo que le da a su familia una nueva esperanza de que se reunirán con ella.
“De tres fuentes, puedo confirmar que Leah todavía está viva”, dijo el reverendo Gideon Para-Mallam. “No puedo entrar en demasiados detalles, pero una de mis fuentes, que fue liberada recientemente del cautiverio de Boko Haram, confirmó que Leah todavía estaba viva. Ella pudo verla”.
En la entrevista, realizada hace unos meses, decía “Han pasado casi cuatro años desde el secuestro de Leah”, agregó Para-Mallam. “Qué experiencia tan traumática para esta adolescente. Pero estamos agradecidos con Dios porque todavía está viva.”