"Llegan agotados y muy asustados. El viaje a través de Ucrania ahora toma mucho tiempo, las carreteras están congestionadas y hay muchos puestos de control.
Una familia de ocho miembros que llegó esta noche desde la región de Mykolaiv (a unos 800 km de distancia) llevaba tres días en carretera".
La mayoría continúa hacia la frontera después de uno o dos días. "Saben que tendrán que esperar en la frontera dos días más", añade el padre Draus. "Es difícil moverse porque hay puestos de control instalados en las carreteras donde se controla a los viajeros para proteger la ciudad de los saboteadores", comenta el padre a ACN.
La comunidad también ayuda a organizar otros puntos de acogida para personas que huyen de la guerra. "Hemos donado mantas y colchones a una familia de la parroquia que está organizando la asistencia en su ciudad natal, fuera del paso fronterizo de Shehyni/Medyka, para los que hacen fila a pie en la frontera, la cola es de 37 kilómetros", dice el sacerdote.
La gente en Ucrania mide la guerra en días: El primer día de la guerra, el tercer día de la guerra... "Los días se me hacen muy largos, me parecen meses", dice el padre Grzegorz.
En respuesta al estallido de la guerra en Ucrania, ACN ha lanzado un paquete de ayuda de emergencia por valor de un millón de euros. El dinero beneficiará a los sacerdotes y religiosas que trabajan en parroquias, refugiados, orfanatos y residencias de ancianos de todo el país.