Como el padre Fadi, el hermano George Sabé también es socio de proyectos de Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) en Alepo. Este religioso marista relata la situación «catastrófica, casi apocalíptica» en la segunda ciudad más grande de Siria. «La tierra empezó a temblar durante más de 2 minutos y medio, así que salimos a la calle llenos de miedo y a oscuras, porque la red eléctrica se ha destruido».
El religioso también explica que los edificios se han desplomado «sobre todo en las zonas más vulnerables” y que los hospitales se encuentran “llenos de personas heridas o de difuntos”. El hermano marista ha lamentado que esta catástrofe se presente en un país que ya “ha sufrido mucho por la guerra” y que hoy de nuevo vuelve a estar ‘castigada’ por el terremoto.
En este sentido advierte de que se encuentran “ante una nueva crisis” por lo que desde su posición se han puesto manos a la obra y han abierto su casa «para acoger a familias, más de 100, para que estén abrigadas”. Allí, explica “les ofrecemos comida, algo caliente para que puedan estar un poco en paz».
ACN colabora estrechamente con la Iglesia local. Tanto el padre Fadi, como el hermano George describen que lo más necesario es la oración, para saber cómo actuar en estos momentos de gran pánico. Y hace falta apoyo de emergencia básico, como agua, alimentos y medicinas para atender a los heridos. El gobierno sirio ha decretado una semana de vacaciones, para que las personas puedan encontrar refugio y ponerse a salvo, mientras continúan los trabajos de rescate. «Necesitamos toda ayuda de emergencia disponible, y a continuación tendremos que reconstruir todo: casas, colegios, etc. Ahora estoy pensando en la gente que no tiene casas. Hay gente que ya no tiene nada para seguir con su vida», finaliza el padre Fadi Najjar