En la parroquia de San Elías también están tomando medidas de prevención frente al virus
Así mismo, desde Pakistán la Comunidad de San Ida nos envía un mensaje de cercanía en el que dice “cerca del tabernáculo tenemos un globo terráqueo que nos recuerda orar por toda la humanidad en este momento difícil para todos. Con amor, gratitud y oraciones”. Las Carmelitas Descalzas de Argentina también se han querido unir a nosotros y nos envían un mensaje “en nombre de todas las hermanas que conformamos la Asociación del Carmelo argentino, que rezamos por todos ustedes que se ven afectados por esta pandemia”.
En Haití, donde la situación económica y social es especialmente dura en los últimos años, el Padre Benedick Lazar dice “como pastor, le envío este mensaje para decirle que estamos pensando en todos los benefactores. Ante esta situación, puede contar con la oración del clero y de todos los fieles de la parroquia de Saint Jean Baptiste de Jean Rabel. Porque nuestro Dios es grandioso. ¡Que Dios a través de la intercesión de la Virgen María en su amor infinito te proteja y lleve la curación a todos los que están infectados con el coronavirus».
Desde Burkina Faso, país al que viajamos hace algunas semanas, nos escribe el
padre Roger Sanou de la Archidiócesis de Bobo-Dioulasso “Le aseguro a todos mi oración, para que todos estemos a salvo del flagelo global del coronavirus, sino también para que se pueda encontrar una solución médica lo antes posible. Les deseo una buena preparación y buena subida a la Semana Santa. Con la seguridad de mi oración, con las familias, por las familias, por todo ACN y por su personal. Unidos en oración y en acción».
También desde África, de Bangui, en la República Centroafricana, nos llegan las palabras del Padre Edouard Tsimba: “Durante las últimas dos semanas, toda nuestra comunidad de formación, los hemos estado llevando en nuestras oraciones. Oramos por todos los países donde ya existe el virus. Que Dios les mantenga en su amor. No perdemos la esperanza. Rezo por vosotros».
Todos ellos saben bien lo que es sufrir el aislamiento, la soledad, el dolor, el no poder asistir a Misa ni recibir los sacramentos. En su fe y su cercanía encontramos nuestra esperanza, unidos siempre como Iglesia universal en los Corazones de Cristo y de la Virgen. Por ello, en este momento de sufrimiento e incertidumbre, se unen en oración para sostenernos, por el bien de los cristianos de occidente y de toda la humanidad afectada por el coronavirus.