La vida de un sacerdote en Pakistán no es una misión fácil. La mayoría de los sacerdotes católicos del país atienden áreas enormes, sufriendo amenazas del extremismo islámico; un peligro presente y creciente

Continuamente los cristianos en Pakistán son víctimas de la violencia y las falsas acusaciones de blasfemia. Incluso en su día a día, se enfrentan a hostilidad y discriminación constante. Socialmente hablando, la mayoría de los cristianos están en el nivel más bajo de la sociedad. Por eso, buscan a sus sacerdotes no sólo para ayuda pastoral y espiritual, como para todo tipo de necesidad. La mayoría de las veces, si muere un trabajador rural, empleado de un rico propietario de tierra, su esposa e hijos son enviados por el propietario. Personas como padres de niños enfermos, víctimas de ataques violentos y todos los que están en necesidad, naturalmente, se vuelven a sus padres.

Mientras tanto, los propios sacerdotes normalmente viven en estado de continua tensión. La mayoría ya ha sido objeto de llamadas telefónicas y cartas amenazadoras. Incluso los obispos reciben cartas que les conminan a convertirse al Islam. Casi todos pueden confirmar que sus teléfonos han sido grapados; además, que recibieron extrañas conexiones, por ejemplo, de alguien que se dice musulmán queriendo convertirse al cristianismo. Si un sacerdote dice la cosa equivocada en este momento, puede tener toda suerte de problemas.

Dada esta difícil situación, es de vital importancia para los sacerdotes encontrarse regularmente, sobre todo para alentarse; fortaleciéndose mutuamente, para reforzar el espíritu fraterno. Al mismo tiempo profundizan su conocimiento espiritual y teológico.

En la diócesis de Multan, hay 18 sacerdotes diocesanos y otros que pertenecen a diferentes órdenes religiosas. Las partes de la diócesis se encuentran en regiones desérticas; además, hay terroristas en esas áreas. El ahora fallecido obispo, que precedió al actual, sobrevivió a un intento de asesinato en 1996; mientras estaba en una de las iglesias de su diócesis.

La importancia de la ayuda pastoral y humanitaria

La iglesia católica de esta región no sólo ofrece apoyo pastoral a sus fieles, sino también ayuda humanitaria. Pues debido a los peligros en algunas de las regiones, ni el propio gobierno se aventura. Muchos musulmanes también están muy agradecidos por esta ayuda, y con frecuencia piden oraciones a los sacerdotes.

Los sacerdotes de la diócesis se encuentran una vez al año para un retiro conjunto. Hay también encuentros mensuales en varios lugares. El espíritu fraterno de comunión que hay entre ellos ayuda a fortalecerlos; además de proporcionarles nueva energía e ímpetu en su camino espiritual. De ese modo, podrán regresar a sus comunidades revigorizadas y fortalecidas.