También, el padre Roberto recordó a la Hermana María Teresa que trabaja en el hospital Sótero del Río y que cuando le preguntamos por lo que más le ha llamado la atención de este período en que a acompañado a tantos en sus últimos momentos. Y nos decía que para ella ha sido un bálsamo tomar la mano, mirar los ojos del paciente y ahí veo la eternidad de Dios. Estar en el momento mas decisivo de las personas, ella ve en los ojos la eternidad de Dios.
Lo digo con el Papa Francisco en San Pedro en esa solitaria y lluviosa tarde de abril, en Semana Santa, "nadie se salva solo". Vamos a crecer más si nos fortalecemos unos a otros. Nos necesitamos unos a otros por eso hoy estamos junto a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN). Tenemos esa mutua corresponsabilidad, de ayudarnos, esa luz que Dios ha venido a reglarnos. Nosotros estamos incorporados a esa humanidad y nos hace mirar fielmente a nuestro Padre. Y a pesar de que estamos haciendo memoria de los fallecidos queremos mirarlos con esa vida nueva que Dios regala a todos nosotros. Nos motiva la fe y la esperanza que nos regala Jesús que nace por nosotros en Belén.
Antes de continuar la misa hizo un llamado a cuidar la vida y por ello entre las ofrendas, además de todos los fallecidos y las intenciones de sus familiares estaba una mascarilla. "La vida se cuida con la mascarilla y el alcohol gel, pero también con el compromiso de la vida de todos los que habitamos en este país, no solo los chilenos sino también los migrantes, que nadie se sienta excluido. Todo lo que hemos aprendido de cuidado queremos llevarlo al pais, esta sensibilidad de cuidar la vida y la responsabilidad, Por eso en esta Eucaristía queremos encender la luz de este nuevo pais que queremos construir entre todos. Desde la iglesia, familia, los diferentes ámbitos laborales, desde nuestra cotidianidad, para construir el pais nos necesitamos unos a otros. Hemos aprendido a cuidar a los adultos mayores y eso lo debemos continuar haciendo; en el trato, en cómo me relaciono, que traspase toda nuestra sociedad.
Un pequeño momento de silencio para traer al corazón a los que han partido y por quienes han luchado por mantenernos en este tiempo, profesores, medicos, enfermos, lo que ha hecho la iglesia, caritas, todo eso lo traemos en esta Eucaristía.