Bolivia
Teresianas Sisters working during corona times distributing food.
ACN is supporting the NON COVID-19 related project:
BOLIVIA / ORURO 20/00205 ID 2000389
Maintenance aid for 27 sisters working at the diocese, 2020.
La crisis del coronavirus está sumiendo a millones de personas en la hambruna y la desesperación. En todas partes, la Iglesia enfrenta un especial desafío, sobre todo en los “hospicios”, donde su ministerio de amor es una ayuda a la sobrevivencia de muchos. La ayuda al sustento de religiosas hace visible este amor de Dios.
La Prelatura de Humahuaca en Argentina es uno de esos “hospicios”. Allí, 10 religiosas de 4 comunidades están luchando en muchos frentes pastorales y humanitarios. La ayuda de nuestros benefactores ($4.176.000, es decir, $417.000 por religiosa) se traduce en ayuda a hogares de ancianos, mujeres y huérfanos; en el campo y en las ciudades; en el internado de niñas y en la pastoral juvenil. Las hermanas claretianas trabajan por todas partes y la ayuda de ustedes les da ánimo. Y es su confianza en Dios lo que resulta contagioso. La ayuda al sustento, alimenta la llama del amor. Para la catequista Nancy, son “las hermanas de la sonrisa”. Con su entrega incondicional, las religiosas infunden en la gente el valor de enfrentarse a la vida, y a nosotros nos dan un ejemplo de amor.
En la ciudad de Kigali, Ruanda, debido al toque de queda, las Hijas de la Resurrección ya no disponen de los pequeños salarios que recibían en el jardín infantil y consultorio. Sus ahorros, que compartían con los más pobres, se les acabaron. De su entorno les llegan noticias de robos, homicidios, miedo y pánico. En su angustia, nos han pedido ayuda. Son 57 hermanas y nosotros les hemos prometido $22.835.000 (unos $400.000 por religiosa).
En la diócesis de Tacna y Moqueguá, en Perú, son 36 religiosas de 11 comunidades, en Venezuela, las 48 de la diócesis de La Guaira, y en otros países de América del Sur o Africa, son miles las que, gracias a la ayuda de ustedes, en silencio y sin lamentos, con alegría y el corazón lleno de amor, luchan contra las adversidades de nuestro tiempo. Ellas ven a Cristo en los pobres, y los pobres ven en sus caras sonrientes el rostro de Dios.