Al cumplirse dos años de su secuestro, la familia de la hermana franciscana Gloria Cecilia Narvaez espera con ansias su regreso.El 7 de febrero de 2017, alrededor de las 21 horas, la misión de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, en el Carangaso, al norte de Mali, en la zona fronteriza con Costa de Marfil y Burkina Faso, fue atacada por un grupo armado relacionado con Al Qaeda, que secuestró a dos religiosas que trabajaban en el lugar dando atención en salud y educación a la población vulnerable.
Sus secuestradores las acusaron de predicar el cristianismo y convertir a los musulmanes. En esta región, fue la primera vez que un extranjero fue secuestrado.
Una de las religiosas secuestradas es Gloria Cecilia Narváez, una nariñense (Nariño, Colombia) que llevaba un año en la misión y que regía la presencia de la comunidad religiosa en la zona. Pero con vasta experiencia, pues había estado trabajando como misionera durante casi diez años, cuidando a niños en un orfanato en Benin.
Meses después del secuestro (1 de julio 2017) el grupo extremista envió pruebas de supervivencia a través de un video en el que se observaba algo afectada en su salud. Luego no se ha sabido más, aunque la familia habría recibido antecedentes que seguía secuestrada y que su salud está más estable.
Edgar Narváez, hermano de la religiosa, pide la intermediación del papa Francisco para lograr la liberación y agradece las oraciones. “Gracias a todas las oraciones de todos los colombianos y toda la familia, la hermana se encuentra bien de salud”, dijo Edgar Narváez, hermano de la religiosa secuestrada.
En medio de la zozobra por la suerte de la religiosa de 57 años, su hermano revivió la ilusión de poder volverla a ver con vida. “Sabemos que por allá están muy pendientes de mi hermana. Esperamos que muy pronto se conozca la buena noticia”, señaló.
En 20 meses que lleva secuestrada, la familia ha recibido una prueba de supervivencia, que fue difundida el 2 de julio de 2018.
Frente al clamor, autoridades religiosas y civiles de Colombia, también expresaron su sentir.
La Conferencia Episcopal de Colombia hizo este miércoles un llamado para “la pronta liberación” de la monja Gloria Cecilia Narváez, que hoy cumple dos años de haber sido secuestrada por un grupo yihadista del norte de Mali.
“Son dos años de sufrimiento para ella, su familia y su Congregación, queremos recordarle a toda la Iglesia que camina en Colombia el deber solidario de nuestra oración, de nuestro recuerdo permanente para pedir la gracia al Señor (…) y así obtengamos prontamente su liberación”, dijo monseñor Francisco Javier Múnera Correa, obispo del Vicariato de San Vicente del Caguán.
“El Vaticano no tiene la herramienta apta para intervenir, el secuestro es todo un misterio allá en el África con la presencia de esos grupos ilegales y queda como difícil que la Iglesia entre a buscar un dialogo. Habría que esperar que las autoridades de ese país entren a hacer algo para lograr la liberación”, dijo el Obispo de Pasto Julio Enrique Prado Bolaños.
Entre tanto, el general Fernando Murillo, Director de Antiextorsión y secuestro de la Policía Nacional, expresó que “la línea que se ha buscado siempre para la liberación de la Hermana, es la humanitaria, sabemos que estos grupos Yihadistas no están afanados en el tiempo cuando tienen un secuestrado. Se están buscando todos los mecanismos de comunicación y solo esperamos que a través de la iglesia y los buenos oficios de diferentes países, la Hermana sea liberada prontamente”.
Monseñor Múnera, que también es el presidente de la Comisión Episcopal de Animación y Pastoral Misionera, recordó que el papa Francisco en su visita a Colombia en septiembre de 2017, invitó a implorar la intercesión de San José, “para que sea él quien toque los corazones de sus captores y la devuelvan prontamente al seno de su familia y de su Congregación”.
La hermana Gloria Cecilia, realizaba su labor humanitaria y de evangelización en el continente africano en Benín y posteriormente en Malí.
Monseñor Múnera recordó que la religiosa se ha caracterizado por trabajar por los más pobres, ha sido una gran defensora de la vida, brindando un especial cuidado a los niños poco valorados en su cultura.
En favor de la niñez promovió un orfanato, donde procuró siempre proporcionar a los pequeños una buena calidad de vida, ayudándolos en sus necesidades básicas. Su secuestro causó conmoción y de inmediato las religiosas recolectaron firmas con una petición a los secuestradores. El día después del secuestro habían recolectado 90,000 firmas, sin embargo, aún no obtienen respuesta.
El grupo yihadista Nusrat al Islam wal Muslimin (Grupo de apoyo al islám y a los musulmanes), activo en la región del Sahel y aliado con Al Qaeda, publicó en diciembre pasado, el nombre de cinco rehenes que tiene todavía secuestrados, entre ellos la hermana Gloria Cecilia.
En un comunicado divulgado por la agencia mauritana privada de noticias Al Ajbar, habitual receptora de las notas de los yihadistas del Sahel y Sáhara, el grupo yihadista acusó al Vaticano de no desplegar ningún esfuerzo para relanzar las negociaciones sobre la monja Narváez, cuya liberación ha sido exigida también por el Gobierno colombiano.