Por respeto hemos preferido no publicar imágenes de las “obras de arte” mencionadas.
Según subraya Sobhy Makhoul, la muestra “está abierta desde agosto, pero el choque estalló recién en los últimos días. La ministra de Cultura y Deporte se pronunció sobre el caso y arremetió contra las autoridades de la municipalidad de Haifa diciendo que semejante muestra no es aceptable. Desde la comuna, que ostenta un color político diferente, han rechazado las críticas recibidas, pero es harto evidente que se trata de contrastes entre exponentes de la política israelí que se están jugando a expensas de los cristianos”.
Lo que ha detonado la polémica fue una representación de Ronald McDonald, el payaso-símbolo de la homónima cadena mundial de comida rápida estadounidense, clavado en una cruz de madera, obra del artista (cristiano) finlandés Jani Leinonen.
En los últimos días, cientos de personas protestaron frente a la entrada del museo de arte de Haifa, en el norte de Israel, donde se está desarrollando la muestra “Productos sagrados”. Las manifestaciones han degenerado en enfrentamientos con las fuerzas del orden y en el lanzamiento de piedras – y bengalas- contra el portón de ingreso de la institución.
También intervinieron con declaraciones, los Patriarcas y Responsables de las Iglesias de Jerusalén que, a través de un comunicado oficial, condenaron la exposición de imágenes “provocadoras e irresponsables”. Una muestra que pretende criticar el consumismo, agregan, pero que para hacerlo utiliza “las figuras y símbolos más sagrados” de la tradición cristiana, resulta “inaceptable”.
Esperando que en el futuro haya “respeto” por lo elementos que fundamentan la fe, los líderes cristianos advierten que semejantes hechos “no ayudan” a los tres grandes credos monoteístas “en su misión de promoción de la tolerancia, de la convivencia y la coexistencia”, en una realidad particular como es la de Tierra Santa.
Además del Cristo en versión Mc Donald también hay un Jesús ensangrentado y una Virgen hecha con muñequitas.
El director del museo, Nissim Tal, dice estar sorprendido por la polémica estallada tardíamente, cuando faltan pocas semanas para la clausura de la muestra. Opina distinto la ministra de Cultura israelí, Miri Regev -acusada en el pasado de aplicar censuras al arte- quien desearía que la muestra sea levantada porque es “irrespetuosa”. Un pedido que fue rechazado por el destinatario responsable del museo, que reivindica la libertad de expresión.
Hay quienes consideran que semejantes obras, consideradas “tabú”, jamás habrían sido expuestas de haber atacado el alma de los musulmanes o judíos. A diferencia de lo que ocurre con ellos, en relación a los cristianos –que suman más de 175.000, tan solo considerando Israel- habría menor atención a este tema, “Hay elementos –afirma Sobhy Makhoul – que están interesados en agitar las aguas. Los cristianos, partiendo de la declaración equilibrada de los responsable de las Iglesias de Jerusalén, debemos aplacar la polémica, evitando las exasperaciones”.
“En estos días –agrega el líder cristiano- me reuní con la comunidad de Haifa, con sacerdotes y fieles, y hay disgusto debido a este caso. Ciertamente, las obras de arte hieren, también porque aquí, en Oriente Medio, en Tierra Santa, hay una sensibilidad distinta, en comparación con Europa. Y la comuna también debiera mostrar mayor atención. Dicho esto –concluye- cabe aclarar que ninguno de nosotros tiene intenciones de hacer armar caso”.
No obstante lo anterior, Fides da a conocer que los Patriarcas y los Jefes de iglesias y comunidades cristianas han firmado y hecho público un comunicado conjunto para denunciar las infames y provocativas imágenes que se exhiben en una exposición en el Museo de Arte de Haifa, bajo el patrocinio de las autoridades israelíes.
En su declaración, los Patriarcas y los Jefes cristianos de Jerusalén aceptan que la exposición pretendía criticar el consumismo dentro de la sociedad israelí pero denuncian que en este contexto se han utilizado imágenes ofensivas “de las figuras y símbolos más sagrados de la fe cristiana”.
Definen esta provocación artística como “intolerable” y solicitan que las obras expuestas -que son ofensivas para la fe cristiana- sean inmediatamente retiradas. “El respeto a los símbolos y figuras religiosas, ya sean judías, cristianas o musulmanas”, -dice la declaración-, “debe preservarse independientemente de todo”.
Los Patriarcas y los líderes cristianos también tienen en cuenta el hecho de que “Israel protege el derecho a la libertad de expresión. El carácter de la Tierra Santa y la santidad de las tres religiones abrahámicas deben ser siempre respetados y venerados. Tal comportamiento ofensivo no ayuda a las tres religiones en su misión de promover la tolerancia, la convivencia y la paz entre la gente de Tierra Santa y más allá”.
En su declaración, los Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén apelan “a la Municipalidad de Haifa y a la administración del Museo de Arte de Haifa para retirar, más sin demora, todas las imágenes ofensivas hacia nuestra fe y nuestras tradiciones cristianas. Además, esperamos unas disculpas formales del municipio o de los responsables de esta exposición”, concluyen.