“Porque cuando estaba hambriento… me alimentaste”.
Imagina que eres un niño de la calle, un fugitivo de tu casa y de padres alcohólicos abusivos…. No tienes a dónde ir. Pronto estará oscuro y helado, y no has comido. Y entonces, una voz suave toca tu corazón, preguntando, “¿Te gustaría una comida caliente y una cama para dormir?”
Todos los días la Hermana Agustina, en México, emprende su “viaje de fe” para encontrarse con niños de la calle, proveerles comida y esperanza de vida. Todos los días toca corazones con el amor de Dios.
Hoy en día, en todo el mundo, las religiosas que cuidan de nuestros hermanos y hermanas que sufren en todo el mundo, enfrentan peligros personales y mayores desafíos de los que podemos imaginar. Son MUJERES EXTRAORDINARIAS gracias a Dios, gracias a ti. Te invitamos a orar y apoyar con lo que puedas para que estas valientes mujeres puedan seguir haciendo el trabajo de Dios.
Tus oraciones y tu apoyo constante, ofrecen consuelo y esperanza.
¡Como el amor, su viaje de la fe nunca termina!
¡Actúa ahora! Tu donativo , ayudará a las religiosas para hacer su labor ante tanta gente que lo necesita. Dios te bendiga por cualquier regalo que puedas dar, por cada oración que puedas ofrecer.