miercoles 2 de octubre, En la Audiencia General de este miércoles, el Santo Padre ha puesto su atención, una vez más, sobre el impulso que ha supuesto para la evangelización las persecuciones que ha sufrido la Iglesia en todos los tiempos.
El Papa ha profundizado en la lectura de los Hechos de los Apóstoles, afirmando que “después del martirio de Esteban se desató en Jerusalén una violenta persecución contra la Iglesia, muchos cristianos tuvieron que dejar la ciudad y se dispersaron por Judea y Samaría. Esa persecución, en lugar de detener la evangelización, la impulsó.”
Durante su catequesis, el Santo Padre ha centrado la atención sobre el papel fundamental del Espíritu Santo “como protagonista de la evangelización”.
“En el libro de los Hechos, la persecución es el estado permanente de la vida de los discípulos, de acuerdo con lo que Jesús dijo: ‘Si me han perseguido a mí, os perseguirán también a vosotros’”, ha recordado.
Ya en la Audiencia General de la semana pasada, el 25 de septiembre, el Pontífice volvió a destacar que los mártires son hombres y mujeres de carne y hueso que “han lavado sus ropas haciéndolas blancas en la sangre de Cristo”, citando la lectura del Apocalipsis.
A su vez, el Papa afirmó que “hoy se producen más martirios que al inicio de la vida de la Iglesia (…)
La Iglesia de hoy es rica en martirios, y está irrigada por la sangre que es semilla de nuevos cristianos y garantiza crecimiento y fecundidad al Pueblo de Dios”.
Francisco, concluyó su catequesis pidiendo al Señor que “mirando a los mártires de ayer y de hoy, podamos aprender a vivir una vida plena, acogiendo el martirio de la fidelidad diaria al Evangelio y de la confirmación a Cristo”.