Los medios de comunicación han hablado de conflictos “interétnicos y religiosos”, ¿coincide usted con ellos? ¿Podría explicarnos la situación? Parece que tanto cristianos como musulmanes están sufriendo violencia...
La violencia se dirige actualmente contra los cristianos y, principalmente, contra la Iglesia Ortodoxa. Los principales protagonistas son el ya citado Jawar Mohammed (un autoproclamado activista) y Dawed Ibsa (líder del Frente de Liberación Oromo). Ambos son musulmanes de la etnia oromo, y utilizan su pertenencia a ella para movilizar más fácilmente a los jóvenes, pero la violencia y los ataques tienen una dimensión más religiosa que étnica. La tradicional denominación sufí del Islam, caracterizada por la tolerancia y el sincretismo con la cultura étnica indígena, está siendo reemplazada por la ideología de musulmanes fundamentalistas.
¿Cree que la situación mejorará pronto?
Aunque resulte difícil predecir cómo evolucionará la situación, somos optimistas y pensamos que mejorará con el tiempo. En general, los etíopes han convivido codo a codo durante siglos, y nosotros confiamos en que los valores que comparten los mantendrán unidos frente a esta difícil situación. Ante todo, los etíopes son personas muy religiosas, y las oraciones de los fieles serán escuchadas. Dios protegerá a Etiopía del peligro de desintegración.
¿Cuál es el mensaje y el papel de la Iglesia Católica?
Aunque represente a una diminuta minoría, la Iglesia Católica está desempeñando un papel importante en la promoción de una coexistencia pacífica. Su Eminencia el Cardenal Arzobispo Berhaneyesus Souraphiel ha sido nombrado jefe de la Comisión Nacional de Paz y Reconciliación por el primer ministro, y la Iglesia ha expresado oficialmente su solidaridad con nuestros hermanos ortodoxos. Además, la Iglesia Católica está organizando talleres sobre la construcción de la paz y el diálogo. Sin embargo, existe una gran necesidad de trabajar en profundidad y amplitud con las entidades gubernamentales locales, regionales y federales, así como con las organizaciones de la sociedad civil. Como Iglesia minoritaria que está al servicio de la sociedad sin hacer distinciones étnicas o religiosas, la posición de la Iglesia Católica es la mejor para desempeñar un papel en el trabajo de mediación.