Cuando se acerca Pascua de Resurrección, las familias de Sri Lanka reviven las heridas dejadas por los atentados con bomba perpetrados por extremistas la mañana de Pascua del 2019. Ellos acudieron con fe a celebrar la fiesta y los saludos de Feliz Pascua trucaron en llanto y dolor.
La asistencia a la santa misa en una de las iglesias más afectadas por los atentados del día de Pascua en Sri Lanka ha vuelto a la normalidad en un 80 por ciento, según ha asegurado el párroco, quien además afirma que la ayuda de la fundación pontificia ACN está resultando crucial para que la gente se recupere del trauma y del duelo.
En una entrevista a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), el P. Jude Fernando, rector del Santuario de San Antonio en Colombo, manifestó su gratitud hacia la fundación pontificia por prestar servicios de asesoramiento a las víctimas de los
atentados con bomba del 21 de abril de 2019, que causaron la muerte de al menos 250 personas y la mutilación de más de 500. En la parroquia de San Antonio murieron 55 personas y 138 resultaron heridas. Hubo más víctimas en las misas del día de Pascua en Batticaloa y Negombo.
Durante su visita a la sede internacional de la fundación, cerca de Frankfurt (Alemania), el P. Fernando dijo que, para muchas de las víctimas, el camino hacia la recuperación está siendo lento y doloroso. En respuesta, ACN ha financiado la labor de 40 terapeutas acreditados para ayudar a estas personas, y otros 300 especialistas han recibido formación con el apoyo de la fundación pontificia para proporcionar ayuda psicológica a 2.000 personas, tanto adultos como niños.