naciones con el peor historial de libertad religiosa. Esto es evidente en China, donde el Partido Comunista Chino, han estado oprimiendo grupos religiosos con la ayuda de 626 millones de cámaras de vigilancia con IA y escáneres de teléfonos inteligentes. Los grupos yihadistas también están utilizando la tecnología digital para la radicalización y el reclutamiento de seguidores.
Según otros datos la investigación mostró que en
42 países (el 21% del total) apostatar o cambiar de religión puede acarrear graves consecuencias legales y/o sociales que van desde el ostracismo familiar hasta la pena de muerte.
Por otra parte, el RFR destaca y denuncia el aumento de la violencia sexual utilizada como arma contra las minorías religiosas; crímenes contra mujeres y niñas que son secuestradas, violadas y forzadas a convertirse.
Hoy en día,
alrededor del 67% de la población mundial, unos 5.200 millones de personas, viven en países donde se producen graves violaciones de la libertad religiosa - entre ellos los más poblados del planeta: China, India y Pakistán. En muchos de ellos, las minorías religiosas son las más atacadas. Como se indica en el informe, la persecución religiosa por parte de gobiernos autoritarios se ha intensificado. La apología en favor de una supremacía étnica y religiosa en algunos países asiáticos de mayoría hinduista y budista ha llevado a una mayor opresión de las minorías, reduciendo a menudo a sus miembros a ciudadanos de segunda clase. La India es el ejemplo más extremo, pero se aplican políticas similares en Nepal, Sri Lanka y Myanmar.
En Occidente, afirma el informe, ha habido un aumento de la "persecución educada", un término acuñado por el Papa Francisco para describir cómo las nuevas normas y valores culturales entran en profundo conflicto con los derechos de libertad de conciencia individuales y marginan a la religión "a los recintos cerrados de iglesias, sinagogas o mezquitas”.