“Por favor, no abandonen al Líbano”
Tanto la Hna. Annie como la Hna. Helen Mary han vivido años de guerra y destrucción en estos países de Medio Oriente, pero hay quien cree que las cosas nunca han estado tan mal como ahora. “Mucha gente dice que le gustaría volver a la época de la guerra, pues entonces al menos solía haber algo que comer y con qué alimentar a los niños. En la actualidad, debido a la crisis económica, el
85% de la población siria vive por debajo del umbral de la pobreza. El sueldo de una familia no alcanza para una semana, los precios no dejan de subir y mucha gente pasa auténtica hambre”, explica la Hna. Annie, que ofrece un ejemplo de una familia asistida por las religiosas:
“Nosotras ayudamos a una familia con tres hijos donde el padre tiene problemas psicológicos a raíz de la guerra y duerme todo el día a causa de la medicación. Los apoyamos con comida y dinero para el alquiler, pero no es suficiente. Uno de los niños ha enfermado por desnutrición, no tienen nada en el refrigerador, dependen de lo que les dan. Y esta es solo una familia; nosotras ayudamos a cientos como esta”.
Aun así, hay esperanza
La esperanza está presente en el nombre de uno de los proyectos que las religiosas dirigen en Siria con ayuda entre otros de ACN. El Centro Esperanza fue fundado por dos hombres con recursos que podrían haber emigrado, pero optaron por quedarse y ayudar a los demás. “Empezaron abriendo pequeños espacios donde los estudiantes universitarios pudieran estudiar. La idea evolucionó y ahora el objetivo es ayudar a familias en su conjunto. Muchas familias no quieren depender de ayudas, quieren trabajar. Estos centros ya han ayudado a 750 familias a conseguir trabajo y miles de familias están recibiendo ayudas”, informa la Hna. Annie, que espera que el proyecto pueda establecerse pronto también en el Líbano.
También es esperanza cada vez que ACN envía ayuda económica pero, sobre todo, apoya con la oración, insiste la Hna. Annie. “El apoyo espiritual es más importante que el material. Sigan rezando por nosotros para que ni nosotras ni nuestra gente perdamos la esperanza. Nosotras queremos que los cristianos permanezcan en esta tierra santa. Rezo por cada uno de ustedes, a menudo ofrecemos una misa por ustedes y sus benefactores”.