Desde la selva de Papúa Nueva Guinea
El padre Martín Prado de Vanimo está feliz con el auto que han financiado los benefactores de ACN: «Estamos fundando las primeras parroquias en esta zona. Ya tenemos siete nuevas comunidades, hemos construido y bendecido sus iglesias, edificios muy sencillos y humildes pero hermosos a los ojos de Dios». En la región de Vanimo, donde los misioneros llegaron en 1936, el sacerdote debe hacer labores básicas: «enseñamos a los fieles todo, desde la señal de la cruz hasta el significado de los sacramentos del bautismo y la sagrada eucaristía.... Todo esto, sería muy difícil o incluso imposible si no tuviéramos el vehículo que ACN nos ayudó a adquirir».