La fundación de este monasterio pudo realizarse gracias a las oraciones y el apoyo financiero de muchos en Gran Bretaña e Irlanda, pero de una manera especial por la fe extraordinaria de dos personas: la Madre Fundadora, la Hermana Mary, que vivió con su familia toda la opresión de los años 50 y 60 en China y la respuesta positiva de Mons. Giovanni Battista Wang Jis, un obispo anciano que y su sufrimiento durante el mismo período.
Una vez le pregunté al obispo cómo le fue posible decir que sí cuando se le pidió que patrocinara este monasterio contemplativo en su diócesis en tales dificultades para los cristianos en China. Su respuesta fue profunda: "Cuando la Hermana Mary me contó su historia y el sueño de su vocación contemplativa, mis veinte años en prisión, diez de ellos en régimen de aislamiento, pasaron por la memoria, dolorosos como eran. Pero en un momento vi el punto de todo. Fue una gracia que me permitió reconocer y comprender su llamado a iniciar un monasterio contemplativo, ya que esa era la única opción disponible para mí mientras estaba en prisión: la contemplación”.
El Monasterio se inauguró formalmente en 2014 en la provincia de Shanxi con el nombre de "Jardín de San Agustín". Es el primer monasterio contemplativo católico desde la revolución comunista Desde entonces, las Hermanas ofrecen una oportunidad a los trabajadores pastorales y a las personas de la zona, para orar, reflexionar y guardar silencio ante Dios, así como para abrir un espacio para que las personas se involucren con la creación que Dios nos ha regalado.
Sin embargo, el gobierno dio permiso para abrir el Monasterio con una GRAN CONDICIÓN, a saber, que un hogar de ancianos se uniera al monasterio. Esto era aceptable para las hermanas y constituiría la parte "activa" de su misión.
El proyecto de su fundación fue liderado por la religiosa Sor María Niu Shufen, quien fue formada en un monasterio agustino en Inglaterra. "El monasterio no es fruto de mi trabajo, sino fruto del trabajo de Dios, Él se ocupa de todo, desde las cosas más pequeñas hasta de las más grandes", expresó la religiosa cuando inauguraron el monasterio, según la agencia Asia News. En la misma entrevista, la religiosa, comparte el testimonio de monseñor Wang.
Según Sor María Niu, Mons. Wang tiene un aprecio muy grande por la vida contemplativa a causa de que 20 años de su ministerio sacerdotal los vivió en prisión a causa de su fe, y 10 de ellos en condiciones de aislamiento.
China es uno de los países donde es más dificil vivir la fe. El informe de libertad religiosa elaborado por ACN así lo señala.
Ver informe https://religious-freedom-report.org/es/report-es/?report=1350