Esta mañana el Santo Padre recibió en Casa Santa Marta a la familia del Padre Paolo Dall’Oglio, sacerdote jesuita, secuestrado en Racca en julio 2013.La madre, cuatro hermanas y un hermano del sacerdote jesuita Paolo Dall’Oglio (64) se reunieron con el Papa Francisco esta mañana. No es la primera vez que se encuentran, ya lo habían hecho antes, en 2014, en la sede internacional de los jesuitas en Roma durante la fiesta de san Ignacio.
La última vez que se vio con vida al padre fue esa mañana del 29 de julio de 2013 cuando acudió a mediar con autoridades del estado islámico que se habían tomado Raca (Siria) para la liberación de un grupo de manifestantes en cautiverio. No ha habido noticias del jesuita durante estos 6 años. Su madre, cuando se cumplía un año de su desaparición, señaló: “Pedimos a los responsables de la desaparición de un hombre bueno, de un hombre de fe, de un hombre de paz, que tengan la dignidad de hacernos saber su paradero -pidieron-. Queremos abrazarlo, pero estamos listos para llorarlo”.
El padre Paolo Dall’Oglio, sentía verdadero amor por sus hermanos sirios, y un gran respeto por ellos, de hecho, su desaparición fue durante el mes de Ramadán y él estaba cumpliendo el ayuno, junto a la familia musulmana que lo acogía en su casa. Ha pasado la mitad de su vida en Siria, en Deir Mar Musa al-Habachi, donde fundó la comunidad monástica al-Khalil, a favor del diálogo interreligioso. Su obra continua a través de la misión de las monjas y monjes del monasterio que actualmente trabajan en la fundación monástica de Deir Maryam el Adhra en Sulaymanya, en el Kurdistán iraquí, aseguró Fides hace un tiempo.
El Pontífice había pedido la liberación del misionero jesuita el domingo 26 de julio 2015, después de finalizar la oración mariana del Ángelus en la plaza de San Pedro, ocasión en la que también recordó a los obispos ortodoxos raptados en Siria. Nuevamente, en abril de 2017, durante la celebración conmemorativa de los “Nuevos Mártires” de los siglos XX y XXI, por voluntad del Papa se rezó también por los Obispos Mar Gregorios Ihrahim y Paul Yazigi, así como por el Padre Dall’Oglio, por una pronta liberación.
Continúanos orando por su liberación, así como la de otras muchas víctimas de la intolerancia religiosa.