Tony está convencido que a pesar de la crisis y todo lo que están sufriendo, en Venezuela hay mucha gente buena. Él se considera un granito de mostaza en esa labor. En la entrada de la parroquia de San Sebastián hay un cartel que invita a los fieles a poner su
“Gotita de Amor” como han bautizado Tony y los demás colaboradores a esta iniciativa pidiendo que cada uno traiga al comedor una “gotita” de algo que tenga en casa porque esa es su Gotita de Amor con el hermano. Habla agradecido de Carmen, Berta o Ana las señoras que le ayudan en todo, las muchas que al mediodía vienen a “emplatar” y servir las comidas, agradece el gran apoyo de la diócesis de la Guaira y a las empresas que facilitan los productos, insumos les llaman en Venezuela, como Teixeira Duarte, la empresa que da trabajo a Tony y es la mayor cooperadora en este proyecto.
Por la tarde, cuando sale de trabajar, Tony descansa un poco, después prepara el mise en place (en el argot de cocina significa juntar los ingredientes y dejar todo listo para empezar el trabajo). Ve lo que le falta para el día siguiente y como conseguirlo. De ahí acude en su moto a la panadería, donde Tony “regala” - como él dice- algunas horas para que a cambio le den unos diez o quince panes que cortaditos en rebanadas finitas alcancen al día siguiente para darle a cada niño. Es una “gotita de amor” muy importante, insiste Tony, porque el pan está tan caro que casi ya no está en ninguna casa.
Ha sido un largo día. Tony regresa a casa en su moto, algo viejita, ya tiene diez años y alguna avería pero todavía tira. Antes de retirarse a descansar pide a Dios que le permita seguir mañana con su labor y ayudar así a sus hermanos hasta el último día de su vida.
Tony Pereira no recibirá ninguna estrella Michelin, a pesar de que supera cada día retos y dificultades dignas de premio, no ganará probablemente ningún concurso de cocina; pero sin duda, este cocinero de La Guaira se está ganando día a día el título de Masterchef porque realmente pone sabor a la vida de muchísimas personas.
Ayuda a la Iglesia que Sufre apoya varios proyectos en Venezuela para ayudar a las diócesis a sacar los comedores que hay en cientos de parroquias del país. En la diócesis de la Guaira ACN ha donado once frigoríficos y una cocina. La fundación visitó varios de los comedores, entre otros el de la parroquia de San Sebastián, donde conoció a Tony, al padre Martin y al grupo de voluntarias de la parroquia. ACN apoya además con intenciones de Misas a sacerdotes sin recursos y sus parroquias.
Tú también pudes poner tu "Gotita de Amor" y ayudar para que cada día haya comida en los platos de los venezolanos.
https://www.acn-chile.org/venezuela-te-necesita/