No se pudo identificar a los autores del atentado ni a los que están detrás de él. ¿Qué piensa de los agresores? Me compadezco de los agresores. Los extremistas viven sometidos a una fuerte presión. Creen que deben usar la violencia contra los fieles de otras religiones para complacer a Dios. Estas personas tienen sangre en sus manos. ¿Cómo puede vivir una persona con tanta culpa? Me imagino que ellos sufren las consecuencias de este atentado tanto como yo. Hoy en día vive en Alemania. ¿Se siente libre para vivir su fe aquí? ¿Qué desafíos ve para los creyentes aquí? En Alemania hay muchas libertades, a menudo se toma como un hecho que se da por supuesto. A veces, tengo la impresión de que, con el tiempo, la fe se adormece, pues a menudo la Iglesia crece precisamente donde hay persecución. En Egipto, los cristianos mueren para poder vivir su fe. Aquí, en Alemania, se cierran iglesias o se convierten en museos. Es algo que me parece muy triste.