UCRANIA
Los conventos, monasterios, parroquias y colegios de la Iglesia se han convertido en centros para los refugiados. Ahí, además de velar por la seguridad, el alimento y la atención de las familias, las religiosas y los sacerdotes se preocupan de la educación de los niños. En la distribución de sus espacios han adaptado salas para que los niños puedan realizar sus actividades y superar los traumas que han vivido. ACN se preocupa de atender las necesidades de la Iglesia para poder seguir atendiendo a los refugiados.