más de 6,3 millones de euros para refugiados, desplazados internos y refugiados retornados, especialmente en el Medio Oriente (Líbano, Irak y Siria) pero también en Turquía. ACN también ha apoyado proyectos en Sudán, Tanzania, Camerún, Etiopía.
Recientemente, el pasado 5 de mayo, la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral dio a conocer las "Orientaciones pastorales sobre los desplazados internos". Frente a ello, Regina Lynch, Directora de Proyectos de ACN, dijo que "fiel a sus raíces, ACN como agencia pastoral internacional trabaja con las iglesias locales que a menudo no pueden encontrar los fondos para asistencia social y pastoral para comunidades desplazadas internamente y para satisfacer sus necesidades espirituales.
"Ella agregó:" Aliento encarecidamente la lectura de este importante documento por parte de todos los involucrados en el drama de los desplazados internos debido a las inmensas consecuencias humanas y pastorales en juego. Aún más durante este tiempo de la pandemia de Covid-19, especialmente en África ".
Las guerras y los desastres naturales han provocado la fuga de más de 33.4 millones de personas dentro de las fronteras de su propio país en 2019, lo que eleva el número de desplazados internos a 50.8 millones, según el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC). De los 33.4 millones de recién desplazados, 8.5 millones fueron causados por conflictos armados en 50 países, entre los cuales tres países están en la cima: Siria (1.8 millones), la República Democrática del Congo (1.7 millones) y Etiopía (más de un millón). Solo África subsahariana totaliza 4.6 millones de nuevos desplazamientos de personas solo en 2019. "Esto se debe principalmente a la intensificación de las operaciones de los grupos yihadistas en la región del Sahel, como es el caso de Burkina Faso, Camerún y Nigeria, países que son una prioridad para ACN", dijo Regina Lynch.
Números terribles, pero más aún cuando sabemos que ellos son parte de una familia formada por todos y en las que si uno sufre, sufrimos todos. N, ni dejemos que la cultura de la indiferencia, de la que nos advierte el Papa Francisco, nos impida ver el dolor de nuestro hermanos.