ACN : ¿Cuál es su imagen de la sociedad cubana?
Los cubanos están atenazados entre el aumento del costo de la vida y la disminución de los salarios, estancados actualmente en 20-30 dólares al mes. Muchos cubanos se han trasladado al extranjero, en particular a España. Esto contribuye a la dispersión de las familias y debilita los lazos sociales dentro del país. Más allá de las cuestiones económicas, que también son importantes, creo que el principal problema de Cuba es que la familia se ha hundido. Ya no hay una figura paterna.
Usted dice que la familia, y en particular la paternidad, está debilitada en Cuba. ¿Cómo lo explicaría?
Cuando llegué a la isla, un sacerdote anciano me dijo que aquí hay progenitores, pero no padres. Creo que la ideología comunista ha cambiado profundamente la sociedad. En Cuba, durante medio siglo, quien protegía, quien alimentaba, no era la figura paterna, ¡era Fidel Castro! Los padres están ausentes pero hay una relación madre-hijo muy fuerte. También pienso que la presión del régimen ha empujado a los jóvenes a ver la sexualidad como un espacio de libertad. Hay muchas madres solteras, un gran problema de prostitución. Los matrimonios son raros, y la mayoría de los jóvenes cambian continuamente de pareja.
¿Cuál es su labor en un ambiente tan disperso?
Cuando hablo con estos jóvenes, no puedo proponerles que esperen hasta el matrimonio para mantener relaciones sexuales, porque eso estaría muy, muy lejos del ambiente en que viven. Pero les sugiero que, por lo menos, no desconecten la sexualidad del amor. De todos modos, sí que tenemos algunas parejas que quieren casarse. Otro problema es que prácticamente no tenemos casi vocaciones sacerdotales, y este es un viejo problema en Cuba. En 2009, mientras visitaba una aldea remota, una anciana me dijo que no había visto a un sacerdote desde hacía más de 50 años.