refiere a los estudiantes, pero sobre todo a los profesores y a la dirección de la universidad. De vez en cuando se nombra a uno como un mero parche. Pero, en general, los cristianos no suelen entrar en consideración a pesar de tener calificaciones comparables. Lo mismo ocurre en la administración pública o en el ejército.
¿Qué se puede hacer frente a esto?
Tiene que cambiar la mentalidad. El presidente Sisi habla frecuentemente de la igualdad de todos los egipcios. Eso es importante. En comparación con el hermano musulmán Mursi, los cristianos vivimos tiempos dorados con Sisi. Cuando se construye una mezquita en una ciudad nueva, siempre pregunta cuándo se construirá una iglesia al lado. Siempre nos recuerda que todos —judíos, cristianos y musulmanes— deben poder practicar su culto libremente y construir lugares de culto.
Ahora bien, incluso bajo el mandato de Sisi, hay cristianos que se encuentran en el punto de mira del Estado. El activista copto y crítico con el gobierno Ramy Kamel ha sido acusado de graves delitos, incluido el de terrorismo. Los activistas de derechos humanos consideran la acusación absurda. Entonces, ¿solo hay libertad de culto para los cristianos bajo Sisi, pero no libertad política?
Sin entrar en el caso concreto, existen restricciones para todos los egipcios, independientemente de su religión. No se dirigen específicamente contra los cristianos.
Vayamos a las relaciones ecuménicas con la Iglesia ortodoxa copta. Desde hace algunos años, se espera por parte de los católicos una renuncia a que se vuelva a bautizar a quien se convierte a la Iglesia copta. Hasta ahora, y a pesar de las buenas relaciones personales entre el Papa Francisco y el Papa Tauadros, no ha sucedido nada en este contexto. ¿Por qué?
Ya durante la primera visita de Tauadros a Roma, se estableció una estrecha relación entre los dos líderes eclesiásticos. Tauadros prometió entonces aclarar la cuestión de la repetición del bautismo. Pero hizo considerar que primero tenía que convencer a su sínodo de obispos. De lo contrario, podría producirse un cisma. Sin embargo, el sínodo sigue estando muy influenciado por los obispos nombrados por el predecesor del Papa Tauadros, Shenuda, que son muy críticos con el ecumenismo.
¿Se ha resignado Tauadros ante las críticas?
No. Tauadros encargó al ya fallecido abad Epifanio, del Monasterio de Makarios, que convenciera de lo contrario a los partidarios de esta práctica. Proporcionó argumentos muy convincentes procedentes de la tradición copta. También, se le encargó la redacción de un documento a tal efecto. Según la primera versión del texto, parecía que el reconocimiento del bautismo católico era inminente. Incluso enviamos una traducción a Roma. Pero poco antes de su publicación se produjo una revuelta de los partidarios de la antigua línea. Luego, en el último momento, se eligió una nueva redacción. En esta, ya solo se hablaba de un esfuerzo por cambiar la práctica copta, pero no de una intención firme, ni siquiera de un compromiso.
¿Es decir, que a Tauadros le pararon los pies?
Sí. Incluso se le combate por su apertura en otros temas como los cambios en la práctica litúrgica. Por ejemplo, quiso suspender la administración de la comunión con cuchara por razones higiénicas durante la pandemia del COVID. Entonces, le acusaron de intentar introducir prácticas católicas. Algunos también se oponen públicamente a él y quieren conseguir su destitución.
¿Se trata solo de una minoría?
Esto no está tan claro. Y si lo es, es una minoría fuerte pues cuenta con obispos en ella.
Es decir, que en la cuestión de la repetición del bautismo no son de esperar resultados pronto.
No, esto precisa tiempo. Lo que se sembró durante cuarenta años, con Shenuda, no puede deshacerse en unos pocos años. Pero Tauadros es un hombre paciente.