una señal de que Dios no abandona a esta pobre gente. Vosotros, los donantes, os convertís así en instrumentos de la Providencia Divina y en fuente de esperanza”.
De las cestas se benefician personas como María Madalena, del barrio de Ciudad de Dios:
“Ha sido una bendición recibir esta cesta de productos básicos, ya que mi hijo y yo estamos sin trabajo”. También Fátima da Conceição, de Colônia Terra Nova, afirma que será de gran ayuda:
“Esta donación ha llegado en el momento tan difícil que estamos atravesando. Nos estáis ayudando a comer cada día. ¡Os estoy muy agradecida! Que Dios bendiga a cada una de las personas que han contribuido a ello”.
La acción de los frailes no se limita a la entrega de la cesta de productos básicos, sino que va acompañada de dignidad y búsqueda de soluciones permanentes. Así, junto con las cestas, los frailes entregan semillas para incentivar a las familias a cultivar sus propias verduras u otros, incluso en simples macetas: “Cuando es posible, las animamos a criar animales como gallinas. Queremos eliminar esa mentalidad programada para recibir. Deben hacer algo para salir de su situación cuando así sea posible”, añade fray Paolo.
El proyecto durará unos siete meses, ya que los frailes quieren hacer un seguimiento de estas familias. A cada familia que visitan intentan ayudarla a encontrar soluciones para sus vidas y alguna forma de ganarse el sustento.
ACN lleva más de 30 años apoyando decenas de proyectos en la región, como recuerda fray Paolo:
“Ya nos habéis ayudado en varios proyectos, nosotros y nuestro pueblo os estamos infinitamente agradecidos”. Menciona específicamente alguno de ellos: “Nos habéis ayudado a comprar una embarcación para atender a las comunidades ribereñas y a comprar un coche para hacer frente a las carreteras de Roraima y Humaitá, hasta hoy estamos cosechando los beneficios de estas donaciones. Nuestra presencia lleva la esperanza y la Palabra de Cristo a la gente”.