Ocho cristianos murieron a causa del terremoto en Lattakia, pero cientos vieron sus hogares dañados o destruidos y tuvieron que buscar refugio en otro lugar. La comunidad franciscana de la ciudad ha estado en el centro de los esfuerzos de socorro, y ACN les proporcionará el apoyo material y financiero que tanto necesitan.
Mientras visitaba a los franciscanos, Xavier Bisits se reunió con varios lugareños que aún están conmocionados por lo sucedido.
“Mucha gente está desesperada. Una mujer, que originalmente había sido desplazada de Alepo durante la guerra, me dijo que no quiere dinero, lo que quiere es empezar una vida de nuevo en otro país. Un chico de 15 años me dijo que solo tenía un deseo: volver a llevar la vida a como era antes de la guerra. Después de 12 años de guerra, Covid, sanciones y el colapso de la moneda, este último desastre es más de lo que mucha gente puede soportar ”, explica.
“Los frailes franciscanos están haciendo todo lo posible para apoyar a la población en este momento de crisis y poner su salón parroquial al servicio de la gente”, añade Xavier Bisits.
Varios edificios se derrumbaron en Lattakia, incluido uno en el norte de la ciudad que mató a una familia de cristianos que había huido previamente de Alepo debido a la guerra civil. “Sin embargo, el peor daño parece haber ocurrido en la ciudad vecina de Jableh, donde entre 20 y 30 edificios quedaron reducidos a escombros, incluidos casos de varios edificios que se derrumbaron seguidos”, agregó.
El responsable de ACN se reunió en Lattakia con el Nuncio Apostólico Mario Zenari, quien habló con las víctimas y los voluntarios, y les prometió el apoyo y las oraciones de la Iglesia Católica, y agregó que el mismo Papa Francisco había enviado ayuda financiera para los esfuerzos de socorro en Siria.