Hoy las campanas tocan por John Henry Newman (Londres, 21 de febrero de 1801 - Birmingham, 11 de agosto de 1890) nuevo santo de la Iglesia Católica. Nació en una familia anglicana, aunque su madre era calvinista. Así es que desde siempre, el espíritu y corazón inquieto del joven John, lo llevaron a la búsqueda de Dios.
Fue un presbítero anglicano, pero el estudio de los padres de la Iglesia y los orígenes de la iglesia anglicana finalmente lo convirtieron al catolicismo en 1845. En una carta a un amigo señaló:
«No me avergüenzo de basarme en los Padres, y no pienso en lo más mínimo en alejarme de ellos. La historia de sus tiempos no es todavía para mí un almanaque viejo. Los Padres me hicieron católico y yo no pretendo arrojar al suelo la escala con la cual he subido para entrar en la Iglesia».
Su primera misa católica la celebró el 5 de junio de 1847. Más tarde fue elevado a la dignidad de cardenal por el papa León XIII y beatificado en 2010, en una ceremonia que presidió el papa Benedicto XVI –gran admirador del teólogo- en el Reino Unido. El entonces cardenal Ratzinger escribió en 1990, a propósito del centenario de la muerte de Newman: «… fue su conciencia la que lo condujo de los antiguos lazos y de las antiguas certezas dentro del mundo para él difícil y extraño del catolicismo».
Y hoy, finalmente, el Papa Francisco lo declara santo de la Iglesia Católica.
Su fama de santidad llegó antes. Newman contestó por carta a una admiradora que lo había canonizado en vida con estas palabras:
"No tengo nada de santo y es una dura (y saludable) humillación que piensen que uno está a punto de serlo. No voy para santo, triste es decirlo, y la gente a mi alrededor lo nota enseguida. Los que están lejos creen que uno es algo impresionante; pero es cosa de niños. Me contentaré, en el cielo, con limpiarles los zapatos a los santos: a nuestro patrono san Felipe Neri, si es que usa betún...".
Su conversión al catolicismo llevó a otros intelectuales y estudiosos de su época a seguir sus pasos. Es el caso de Ambrose St. John (llegaría a ser cardenal, como Newman), G. K. Chesterton y Ronald Knox, entre otros.
Hace 43 que no se canoniza a un inglés y es el primer santo católico de ese país procedente del anglicanismo.