El prelado, hace hincapié en las consecuencias que los últimos incidentes están teniendo para toda la población: “Los muchachos afirmaron que tomaron armas para proteger a la población. Es una gran contradicción que estas armas ahora se estén utilizando para aterrorizar a los que dicen estar protegiendo. Todos nos unimos para denunciar la brutalidad de los militares contra la gente, pero ahora, son los hijos de nuestro propio pueblo quienes se han vuelto contra su propia gente y piensan que es normal.”
En 2019, se cumplen los 20 años de la creación de la Diócesis de Mamfe, en Camerún. Debido a la crisis sociopolítica prevaleciente que ha sacudido las regiones suroeste y noroeste en los últimos tres años, la diócesis no celebrará el aniversario. Al revés, debido a la constante amenaza a la vida de los sacerdotes, monseñor Nkea ha decidido tomar medidas drásticas y retirar a todos los sacerdotes de las parroquias de Kembong, Ossing y Eyumojock, hasta que los feligreses de estos lugares “brinden una garantía escrita de la seguridad de los pastores que trabajan para ellos”. Además se suspenden “todos los proyectos de desarrollo en estas parroquias porque las personas para quienes están destinados los proyectos han hecho que las áreas sean inseguras para cualquier desarrollo, e incluso para las personas que trabajan en estos proyectos”.
Por último, Mons. Nkea ruega a los implicados que cambien de actitud, para poder salir de la espiral de violencia que les está afectando y “los sacerdotes puedan regresar a las parroquias a realizar su labor en paz”. Concluye: “No hay familia sin dificultades, pero la fe cristiana nos ayuda a resolver nuestros problemas pacíficamente, sin violencia y avanzar como una sola familia”.