padre Nicolas Riachy, párroco de la iglesia del Salvador que perdió el techo por la
explosión.
El templo greco-católico melquita de gran valor histórico fue construido en 1890 y es
uno de los más antiguos de la ciudad. Está situado en un lugar simbólico porque limita
con barrios no cristianos. “Somos una especie de puerta de entrada al barrio cristiano”,
cuenta. De ahí la importancia de reconstruir el templo:
“A los que quieren quedarse
debemos darle una esperanza, nuestra misión es dar una luz en la oscuridad que
estamos viviendo. No hay cristiandad sin cruz. Nuestro ejemplo es Cristo, es duro ser
cristianos, pero muchos todavía son conscientes que esta tierra es Tierra Santa y que no
podemos abandonarla”, recuerda el sacerdote greco-melquita.
A pesar de los daños sufridos, el sacerdote da gracias a Dios porque si la explosión
hubiera sido sólo un día más tarde, la iglesia hubiera estado repleta por ser la vigilia de
la fiesta patronal, que es la transfiguración del Señor, el día 6 de agosto.
El joven sacerdote supervisa las labores de limpieza, que están acabando, el templo se
puede volver a usar, pero en los laterales y la entrada todavía hay cristales esparcidos,
marcos de ventanas reventados... La sala de cristal que hay en el patio opuesto al
templo ha quedado inutilizada. Pero lo que más preocupa al padre Nicolas es el techo.
“Si llegan las primeras lluvias dañará todo. Además, hay una grieta que hay que arreglar
para que no se venga todo abajo”, subraya el sacerdote. En la parte izquierda del templo
se apilan todas las tejas que han podido salvar.
“Todas las casas de mis feligreses tienen las ventanas y puertas destruidas. Y además,
está la crisis económica. Los bancos han bloqueado el dinero de las personas, ahora no
tienen nada. ¿Cómo me van a poder ayudar ellos a reconstruir el templo?”, explica a la
fundación ACN, una de las organizaciones que ha prometido ayuda para la
reconstrucción.
“El papa Francisco dijo que no podemos pensar en un Oriente sin cristianos. Para que
los cristianos permanezcan en esta tierra, necesitamos a cada uno de ustedes. Ojalá esta
iglesia pueda seguir siendo un hermoso testimonio de la palabra del Señor.”
Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) está ayudando a los cristianos más afectados y a
reconstrucción de Beirut con cinco millones de euros. Entre los proyectos que la
fundación se ha comprometido a apoyar se encuentra la emblemática iglesia greco-
melquita de Saint Sauveur, construida en 1890.