Hoy el mundo recuerda el Día Mundial contra la Trata de Personas. Una fecha que muestra cuan bajo podemos caer los seres humanos. La trata es una trágica forma de esclavitud contemporánea, que constituye un delito y una grave amenaza a la dignidad humana y a la integridad física. ACN quiere llamar la atención y seguir ayudando a las personas en su lugar de origen, para así evitar que queden a merced de traficantes.Con motivo del Día Mundial contra la Trata se escuchan muchas voces que reclaman contra este flagelo. Pero no son suficientes para terminar con él y devolver la dignidad a las miles de víctimas, desgraciadamente en su mayoría niños y mujeres. Los niños –insistimos- representan aproximadamente el 28% de las víctimas de la trata identificadas a nivel mundial, indicaron la UNICEF y el Grupo de Coordinación Interinstitucional contra la Trata (ICAT).
El Papa Francisco ha denunciado repetidamente esta plaga moderna. A los participantes del 2° Foro Internacional sobre la esclavitud moderna, efectuado en mayo de 2018, les dijo: “Frente a esta trágica realidad, nadie puede lavarse las manos si no quiere ser, de alguna manera, cómplice de este crimen contra la humanidad. Este trabajo inmenso, que requiere valor, paciencia y perseverancia, necesita un esfuerzo conjunto entre los diferentes actores que componen la sociedad global”.
Esto no puede seguir asíEs así que “La trata de personas adopta muchas formas y no conoce fronteras”, advierte el secretario general de las Naciones Unidas António Guterres en su mensaje a propósito del Día Mundial contra la Trata que se conmemora hoy 30 de julio.
“Demasiado a menudo, los tratantes de personas actúan con impunidad, y sus delitos no reciben la atención suficiente. Esto no puede seguir así”, añade Guterres.
Al llamado del secretario general se suma la voz de la relatora especial contra el tráfico de personas, quien señala que “los Estados alrededor del mundo deben actuar para mejorar sus esfuerzos en prevenir y combatir” este flagelo “asegurando que las víctimas y potenciales víctimas son consideradas y tratadas como titulares de derechos humanos”.
En una declaración, Giammarinaro afirma: “Muchas personas víctimas de los traficantes son migrantes, incluidos refugiados y solicitantes de asilo, que han decidido abandonar su país por diversas razones, como por ejemplo conflictos, desastres naturales, persecución o pobreza extrema. Han dejado atrás su red de protección social y son particularmente vulnerables al tráfico y la explotación”.
Francisco nos llama la atenciónEl Papa Francisco ha sido un voz clara sobre este tema y lo ha tocado en repetidas oportunidades en un intento de llamar la atención de los estados y sobre todo cada uno de los que tenemos mejores oportunidades.
En el día en que se celebra la Jornada Mundial contra la Trata, el Papa Francisco ha exhortado a escuchar el grito de tantos hermanos nuestros explotados mediante tráficos criminales: “no son mercadería, son personas humanas, y como tales deben ser consideradas”, ha escrito a través de un tweet en su cuenta Oficial de Twitter @Pontifex.
También ayer, en vísperas a esta Jornada Mundial que se recuerda por los 21 millones de personas en el mundo que se encuentran en esta terrible situación, el Papa Francisco hizo un llamado para que “todos denuncien las injusticias y contrasten con firmeza este crimen vergonzoso”.
Si tenemos en cuenta que la trata de seres humanos afecta prácticamente a todos los países, ya sea como punto de origen, tránsito o destino, según datos ofrecidos por la ONU, las palabras pronunciadas por el Papa Francisco en diversos momentos sobre este tema cobran aún más sentido. El pasado 12 de febrero, el Pontífice se reunió con un grupo de jóvenes en El Vaticano para reflexionar acerca de esta “plaga”. El Papa aseguró a los jóvenes que la trata de personas “es un crimen contra la humanidad, una verdadera forma de esclavitud que toca las personas más vulnerables de la sociedad, y por ese motivo, es necesaria una toma común de responsabilidad y una decidida voluntad política para vencer en ese frente”.
También en Puerto Maldonado en Perú, durante su Viaje Apostólico, el Santo Padre habló sobre este “tema doloroso”. Francisco explicó que estamos acostumbramos a utilizar el término «trata de personas» pero en realidad deberíamos hablar de «esclavitud»: “esclavitud para el trabajo, esclavitud sexual, esclavitud para el lucro” en la que tantas mujeres son “desvaloradas, menospreciadas y expuestas a un sinfín de violencias”. “No podemos “naturalizar la violencia” puntualizó, ni tampoco “tomarla como algo natural”. Discurso en el que también exhortó a “no mirar para otro lado y dejar que tantas mujeres, especialmente adolescentes, sean pisoteadas en su dignidad”.
Según los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas de trabajo forzoso, entre ellas las víctimas de la trata para la explotación laboral y sexual. De estas personas, aproximadamente, 30% son niños y 70% son mujeres y niñas. Este es un problema global que concierne a todos los países afectados, ya sea como países de origen, tránsito o destino. La OIT ha identificado 152 nacionalidades de las víctimas situadas en 124 países del mundo, quienes recorren hasta 510 flujos interregionales y trasnacionales. En 5% de los casos atraviesan el mundo entero y tienen como víctimas a personas provenientes de las regiones más pobres de África subsahariana y de Asia meridional y oriental.