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Las reuniones tratan sobre el cambio de comportamiento y el reconocimiento de la humanidad del enemigo - o de quiénes creemos que somos. Su propia religión o espiritualidad son las fuentes de esto. Sammy siempre usa un ejemplo para aclarar de qué se trata", dice Sarah. "Cuando un palestino llega a un puesto de control con un soldado israelí, espera un trato humillante. Él ha experimentado esto a menudo. Se molestará en consecuencia. Así que el curso del encuentro ya está trazado. Porque el soldado israelí también espera ira cuando se encuentra con los palestinos. El punto es abordar tales encuentros de manera positiva. Entonces podrían tomar un curso diferente. Sobre todo, ya no te molestan tanto", está convencida Sarah. "Un cristiano como Sammy pensará en el ejemplo de Jesús y su disposición a perdonar. Para mí, como judía, mi judaísmo es la fuente de mi compromiso con la reconciliación".
Sarah ve que iniciativas como la suya son necesarias. "
Cualquier proceso político no llegará a nada a menos que haya un mínimo de confianza entre las dos partes. Nosotros, los religiosos, añadimos una perspectiva especial a esto tratando de ver al otro como una criatura de Dios. Sólo así podremos romper este círculo vicioso de violencia".
Este año el programa ha invertido en traductores para que la comunicación sea más fluida. Los participantes tienen la oportunidad de expresarse en su lengua materna. Los organizadores creen que expresar los sentimientos en la lengua materna apoyará positivamente el proceso terapéutico del encuentro.