Una nutrida agenda de charlas y encuentros ha desarrollado monseñor Chahda en su paso por nuestro país.Monseñor Chahda, obispo siro católico de Alepo, Siria, se encuentra en Chile entregando su testimonio de lo que ha sido vivir en Siria durante los últimos años.
Del 25 al 30 de octubre se ha encontrado con distintos grupos de las parroquias San Juan Apóstol e Inmaculada Concepción de Vitacura, Jesús Maestro de La Florida, Nuestra Señora del Rosario y Santa María de Las Condes. De todas se ha llevado entrañables recuerdos. En Jesús Maestro los fieles –muy impresionados- pedían más y más detalles de la situación en Siria y le regalaron una lapicera de cobre para que se llevase de recuerdo. El sábado por la mañana, monseñor sostuvo dos encuentros muy emocionantes con seminaristas y sacerdotes en el Seminario Pontificio y luego en el estadio Palestino donde fue sorprendido por la presencia de compatriotas sirios. Esos detalles le han acompañado en todos las reuniones; lo mismo que la posibilidad de compartir con dos sobrinos que llevan unos meses viviendo en el país, incluso se dio tiempo para bautizar al pequeño hijo de uno de ellos.
En Nuestra Señora del Rosario se sorprendió cuando su párroco le anunció que le tenían dos regalos. Luego de entregarle una casulla y estola para sí o alguna de las capillas que atiende en Siria, toda la comunidad lo bendijo para que su misión fuese fructífera. Posteriormente se le acercaron varios sirios para compartir unas palabras con él.
Hoy, después de celebrar misa en las parroquias Santa María de las Condes e Inmaculada Concepción, monseñor viajó a Puerto Montt para compartir con estudiantes y apoderados de colegios católicos en el colegio Germania de Puerto Montt para luego desarrollar actividades en la Universidad San Sebastián y el colegio Puerto Varas.
Del dolor a la esperanza
Monseñor está dejando su corazón y todas sus energías en nuestro país, porque si bien su testimonio es de mucho dolor y persecución, ya hay visos de mejoría. De hecho el asedio contra la ciudad terminó en 2016, exactamente el 12 de diciembre, por lo que se lo atribuye a un milagro de la Virgen de Guadalupe, que hoy preside uno de los muros de la catedral. En enero viajó al país azteca y le obsequiaron un lienzo de la Virgen para agradecer su presencia. Él lo vio como un signo profético y rápidamente lo colgó.
Cinco años Alepo vivió sin electricidad y sin luz, con bombardeos diarios que destruyeron una multitud de viviendas y lugares de culto. De hecho su oficina, en un tercer piso, quedó totalmente destruida por un misil. En Siria, dice, hay mártires vivos y es que los cristianos y los católicos en especial, son quienes más han sufrido con la guerra.
Aún así, ninguno ha renegado del catolicismo para convertirse al islam, por lo que dice con orgullo “nadie puede callar nuestra fe”.
Revisa su agenda en nuestra web y déjate conmover por su testimonio.