Esto se logra escuchando a las mujeres, visitando sus hogares, los hospitales y las prisiones, también ayudando a realizar trámites administrativos o médicos y compartiendo momentos de luto o celebración.
Por otra parte, la ciudad de Tamanrasset, ubicada en el extremo sur de la diócesis de Laghouat-Ghardaïa, se ha convertido en una encrucijada para toda Argelia y África. Los habitantes autóctonos son haratines y tuaregs que se codean con argelinos procedentes de todas las partes del país: árabes, cabilios, mozabitos... Los años del terrorismo (1992-2000) empujaron a muchas personas del norte a buscar más tranquilidad en esta región, que también cuenta con muchos inmigrantes subsaharianos. Hay nigerianos y malienses que acuden allí a trabajar, mientras que los “otros subsaharianos” esperan a ir a Europa. Muchos de ellos son cristianos, para ellos las religiosas son una fuente de consuelo y apoyo espiritual. Somos una misión compartida con los tres Hermanitos de Jesús de Tamanrasset y pronto tendremos a un nuevo sacerdote que está a la espera de obtener su visado. Hace quince meses que no hay un sacerdote en la parroquia”, explica a ACN la religiosa.
Desde hace cinco años, la Hna. Martine es la única de su comunidad que vive allí porque las hermanas de más edad han tenido que regresar a Francia. Para la congregación es una prioridad restablecer una verdadera presencia y fraternidad cristiana y femenina en Tamanrasset. “Como muchas otras congregaciones, especialmente en las zonas fronterizas, ya no podemos mantener esta comunidad debido a la falta de relevo generacional. Ya no podemos pensar en comunidades de religiosas de la misma congregación o de la misma espiritualidad. Ahora, de lo que se trata es de crear fraternidad en la diversidad de los carismas de las congregaciones y de las mujeres laicas que quieren comprometerse por un tiempo más o menos largo”, escribieron las religiosas en septiembre de 2019.
Entonces, lanzaron un llamamiento para obtener fondos para reconstruir el lugar y ofrecer así una acogida más adecuada – con autonomía y seguridad - a las mujeres que se sienten llamadas a vivir la realidad de Tamanrasset. La fundación ACN, ha decidido cofinanciar este proyecto. “La respuesta llegó con el anuncio de la canonización de Carlos de Foucauld, lo cual es providencial y hace que nuestro proyecto sea aún más actual”, ha escrito a la fundación la Hna. Isabel Lara Jaén, priora general de las Hermanitas del Sagrado Corazón. El edificio original, hecho de toub (barro), ya no servía, porque era poco práctico, difícil de mantener, complicado de renovar, sin comodidades, las habitaciones eran pequeñas, faltaba ventilación y luz, los baños eran exteriores… por lo que fue demolido:). La construcción ofrecerá la independencia necesaria a mujeres procedentes de horizontes muy diferentes, con una autonomía ciertamente grande pero también con un proyecto de misión común: una vida de oración y solidaridad entre musulmanes y cercana a los inmigrantes cristianos subsaharianos.
La obra básica ya está terminada y las obras de puesta a punto deberían estar listas a principios de otoño. Paralelamente a su búsqueda de fondos en septiembre de 2019, las Hermanas publicaron un llamamiento en el periódico católico francés La Croix para invitar a laicas y religiosas deseosas de vivir al menos durante un año en fraternidad. “Algunas querían venir a vernos pero la pandemia del Covid-19 ha impedido cualquier viaje en los últimos meses. ¡Pero el llamamiento sigue en pie!”, asegura Martine que, pese a todo, no pierde el ánimo.
2 Comments
Impactante los relatos de todos los cristianos perseguidos, en especial los niños. La pobreza y las posibilidades mínimas de salir adelante, son fuertes de asimilar, pero si tenemos FE para Dios no hay nada imposible. Todo cambiará y sólo nos falta la ESPERANZA.
Muchas gracias María de la Luz por tus palabras. Te invitamos a ser parte de nuestro grupo de oración y contar a otros de estas iniciativas, para que muchos apoyemos con nuestra oración a los cristianos perseguidos y que sufren.