llegado a concentrar allí hasta 100.000 soldados. Mientras que Moscú dice que se trata de maniobras, los observadores ucranianos e internacionales ven en ello una provocación deliberada.
En conversación con ACN internacional, Shevchuk, que actualmente dirige el Consejo de Iglesias y Organizaciones Religiosas de Ucrania, renovó el llamamiento del consejo interreligioso a un alto el fuego durante la Pascua en el este de Ucrania, disputado desde hace años entre Ucrania y los separatistas prorrusos.
«Rezamos para que los alegres cantos litúrgicos prevalezcan sobre el ruido de las armas y los cañones. Rezamos por la paz. Nuestro gran anhelo es que Cristo, como rey de la paz, traiga con su resurrección un alivio de la violencia y del miedo a ser atacados de nuevo».
El arzobispo mayor Shevchuk expresó su preocupación por la situación humanitaria de sus fieles en el este de Ucrania.
«Nuestra principal intención es la situación humanitaria en esta parte de Ucrania, porque la situación ha empeorado desde que estalló la pandemia del coronavirus. La población allí está aislada y olvidada, no puede conseguir medicinas». Según el arzobispo mayor, el pueblo necesita el apoyo de la Iglesia.
«Su única salvación son los sacerdotes y las parroquias, es la única forma de obtener apoyo o ayuda. Por eso, decidimos quedarnos con el pueblo. Nuestros sacerdotes están haciendo un trabajo extraordinario allí».
Sin embargo, debido a la pandemia —siguió diciendo— la labor pastoral de la Iglesia se ve masivamente reducida. «Muchos de nosotros hemos comenzado a transmitir nuestros servicios online para proporcionar a nuestros feligreses una manera de asistir a las misas y a los oficios dominicales virtualmente». Al hacerlo, dijo, le vienen a la mente recuerdos de las persecuciones de la era soviética: «la única forma de obtener apoyo espiritual era escuchar Radio Vaticano. Es casi la misma situación». Actualmente —según expresa— la atención pastoral se topa con sus límites debido a las reducidas opciones de administrar los sacramentos. «Podemos rezar y predicar online, también podemos meditar sobre las Sagradas Escrituras online, pero no podemos administrar los sacramentos online. Ese es nuestro gran sufrimiento hoy», lamenta el arzobispo mayor. «Sin embargo, nos estamos preparando para la fiesta más alegre del año, la resurrección de nuestro Señor Jesucristo».
ACN internacional lleva muchos años ayudando a la Iglesia en Ucrania. El apoyo a las diócesis católicas de la región afectada se ha reforzado desde que estalló el conflicto al este de Ucrania. Sin la ayuda exterior, ni los sacerdotes ni las parroquias podrían existir allí. ACN también presta especial atención a la promoción de los medios de comunicación cristianos. Sirven de fuente de información y de instrumento de predicación.