embargo, el único hospital gubernamental que estaba haciendo pruebas del COVID se ha visto envuelto en un gran escándalo al dar resultados falsos de las pruebas y descubrirse que el médico a cargo del laboratorio trabajaba con un diploma falsificado.
“La gente de Zahle y la Bekaa están viviendo en el caos y el miedo. En las últimas dos semanas, el número de pacientes aumentó dramáticamente en todas las regiones, especialmente en Zahle y en la Bekaa, y estamos a punto de alcanzar la capacidad de nuestro sistema de salud”, explica Mons. Darwish, arzobispo greco-melquita de Zahle.
Por este motivo, se proyecta crear un departamento de pruebas en el hospital católico ya existente, que estará a disposición de los 150.000 habitantes de la región, incluidos refugiados y población local vulnerable.
“Tenemos en nuestras manos la vida de la gente”, recuerda el arzobispo, “tenemos que darle a la gente un laboratorio de confianza. Ahora en la región, la gente no está segura de la mayoría de los resultados y necesitamos urgentemente volver a realizarlas para tener un mejor seguimiento del virus.”
Por su parte la directora de proyectos de la fundación ACN, Regina Lynch, declara: “Como todos sabemos, los sufrimientos en el Líbano son inmensos, especialmente en Beirut después de la desastrosa explosión de la bomba. Pero no debemos olvidar la crisis del Coronavirus que sigue aumentando en la región. Una parte importante de las necesidades pastorales que enfrenta la Iglesia en la actual situación de emergencia del país, se plasman en las necesidades vitales como los paquetes de alimentos y de atención médica”.
Aunque no existe un censo oficial en el Líbano desde 1932, el estudio más reciente llevado a cabo por Statistics Líbano, una firma de investigación con sede en Beirut, estima el número de cristianos en el Líbano en un 44%. Pero la grave crisis económica y política está empujando, desde hace años, a muchos cristianos a irse. Hartos de la corrupción, la gente ha perdido la confianza en el gobierno y en los políticos. Según el Informe sobre la Libertad Religiosa de la fundación ACN, los cristianos habrían bajado a ser el 32,2% de los casi seis millones de libaneses, a los que la guerra en la vecina Siria habría añadido más de un millón de refugiados, la mayoría musulmanes suníes.
A pesar de la emigración, Líbano sigue siendo proporcionalmente el país con más número de cristianos de todo Oriente Medio y uno de los pocos en los que no sufren problemas de discriminación social o política. Cristianos iraquíes y sirios han buscado refugio en el Líbano en los últimos años de persecución y guerra en sus propios países. Desde el pasado mes de octubre, ha habido manifestaciones por un cambio de régimen, pero las explosiones que devastaron Beirut el 4 de agosto de 2020 han llevado al país al borde del precipicio.