Roma/Königstein, 5 de marzo de 2019 – La edición de marzo del Video del Papa, producido por la Red Mundial de Oración del Papa en cooperación con la fundación internacional ACN (Ayuda a la Iglesia que Sufre), está dedicada a los cristianos perseguidos, aquellos que viven en países donde la libertad religiosa y los derechos humanos no están garantizados.
Persignarse, leer la biblia, ir el domingo a misa, hablar sobre Jesús, rezar el Rosario; son cosas que nos parecen normales y cotidianas. Sin embargo, en muchos lugares del mundo no es así, todo eso puede significar ser excluido, terminar en campos de trabajo forzado o incluso ser asesinado.
El año comenzó con un atentado, durante una misa, en la catedral de Jolo en Filipinas, donde murieron 23 personas. 2018 se registró el asesinato de 40 misioneros en el mundo, 35 de ellos sacerdotes. Dos eran de la República Centroafricana masacrados a finales de noviembre junto con 80 fieles en un campo de refugiados de Alindao.
Continua persecución también sufren los cristianos coptos en Egipto. En el recuerdo quedan las imágenes de los 21 egipcios decapitados en 2015. Más desapercibidos han pasado los asesinatos de 33 peregrinos coptos en 2017 y 2018.
Sin olvidar los casos como los de Asia Bibi, la madre pakistaní acusada de blasfemia, condenada a muerte y liberada después de 9 años de prisión. Se calcula que más de 25 cristianos están bajo arresto en estos momentos por la misma acusación.
Hay miles de incidentes de persecución o discriminación que pasan inadvertidos porque no llegan a los medios de información. En el video del Papa del mes de marzo, proyecto de la Red Mundial de Oración del Papa en cooperación con ACN, Francisco indica “quizás nos cueste creerlo, pero hoy hay más mártires que en los primeros siglos”, porque “dicen la verdad y anuncian a Jesucristo”, incluso “en países que en la teoría y en los papeles tutelan la libertad y los derechos humanos”.
Según el informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), los cristianos son la religión más perseguida del mundo. Este derecho fundamental del hombre se ve amenazado gravemente en 38 países, 17 de los cuales están clasificados como de persecución.