Estos factores explican por qué algunos cristianos de la Llanura de Nínive, en su mayoría jóvenes, han manifestado su solidaridad con los manifestantes, y por lo que algunos de ellos han pedido disculpas en las redes sociales por no poder secundarlos. El 27 de octubre, un grupo de activistas cristianos lanzó una campaña de solidaridad con este lema: “Somos cristianos de la Llanura de Nínive que nos solidarizamos con los manifestantes. Pedimos disculpas por no poder manifestarnos porque en nuestras ciudades no se nos permite hacerlo”.
Otros cristianos son escépticos en cuanto a los posibles logros de las manifestaciones y se muestran preocupados por la violencia. Desde que comenzaron las protestas el 1 de octubre, al menos 200 manifestantes han muerto a manos de la policía iraquí. Si la situación empeora aún más, no sería la primera vez que los cristianos y demás minorías religiosas se convierten en víctimas de la lucha política que viene caracterizando a Irak desde 2003. Según la Shlomo Organization for Documentation, entre 2003 y 2017 al menos 1.357 cristianos fueron asesinados por grupos sectarios hostiles, sin que estuvieran directamente involucrados en una guerra civil y ha afectado a pesar de todo desproporcionadamente a las ancestrales minorías religiosas de Irak.
El Arzobispo siro-católico de Mosul, Yohanna Petros Mouche, declaró a ACN: “Es justo y oportuno que los oprimidos y demás personas privadas de sus derechos se manifiesten, siempre y cuando sean escuchados y respetados. Pero este no es el caso de Irak. Aquí no hay gobierno, no hay respeto por el ser humano, la gente puede usar estas circunstancias para vengarse. Además, en la Llanura de Nínive ya hemos sufrido lo suficiente”.
“Espero que la oración, de alguna manera, desempeñe un papel, que se vea acompañada de una intervención que contribuya a que las cosas se calmen y se unifiquen las diferentes ideas. Al final, el pueblo será el perjudicado”.
En una declaración, el patriarca católico caldeo de Bagdad, Raphael Sako, quien el 28 de octubre canceló un viaje a Hungría para visitar a manifestantes heridos en un hospital de Bagdad, ha pedido al Gobierno que escuche a los manifestantes: “Hacemos un llamamiento a la conciencia de los funcionarios iraquíes responsables, para que escuchen atentamente a su pueblo, que se queja de la miserable situación actual, el deterioro de los servicios y la propagación de la corrupción, que conduce a esta crisis”.
“Esta es la primera vez desde 2003 que el pueblo iraquí expresa su deseo de paz lejos de toda politización, rompiendo las barreras sectarias y haciendo énfasis en su identidad nacional iraquí”.