El 6 de agosto de 2014 la vida de los cristianos en Irak cambió para siempre: ese día cayó la única ciudad iraquí de mayoría cristiana, Qaraqosh, en manos de los yihadistas de ISIS. Fue el principio del fin de la milenaria presencia del cristianismo en la Llanura de Nínive. En pocos días, en toda esa región no quedó ningún cristiano. 120 mil huyeron y, durante casi 4 años, tuvieron que vivir como refugiados en su propio país.
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Sin la ayuda de sacerdotes y religiosas, no habrían podido sobrevivir. Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) ha estado con ellos desde el mismo momento en que se conoció la noticia de la persecución de ISIS contra los cristianos, ayudando a la Iglesia iraquí para que pueda dar alimentación y refugio a quienes lo perdieron todo.
Algunos cristianos se fueron de Irak. Sin embargo, la mayoría permanece en su país y sueña con regresar a su hogar, ahora que las ciudades y pueblos han sido liberados de ISIS. Pero no han podido hacerlo, ya que antes de ser expulsados, los yihadistas destruyeron y saquearon las casas de las familias cristianas. Si no los ayudamos, los cristianos no podrán regresar. Por eso, en ACN participamos en el “Comité de Reconstrucción de la Llanura de Nínive”, que tiene como objetivo que las familias cristianas que están refugiadas puedan regresar a sus casas.
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“Espero de todo corazón que mi bebé pueda crecer en Irak. Dios encontrará el modo de conseguirlo”, dice esperanzado su padre, Samir. Conoce su historia |
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“Nunca olvidaré lo que nos ha hecho el Estado Islámico“, es el sentir de Musa, un hombre pacífico y de buen humor, pero que siente angustia al recordar lo que él, su familia y los cristianos han sufrido debido a los extremistas. Lee su testimonio | ![]() |
“Yo fui el último en irme, en agosto de 2014, y el primero en regresar a Bartella“. Abuna Jakob recuerda que lloró cuando regresó a su pueblo e hizo sonar por primera vez las campanas de su iglesia recién restaurada. Lee su testimonio | ![]() |