La difícil situación de las mujeres y niñas pertenecientes a minorías religiosas en países como Pakistán, Nigeria y Egipto -a la que los representantes de los gobierno apenas prestan atención y cuyas víctimas a menudo se enfrentan a jueces hostiles- también es una tendencia preocupante, ya que miles de ellas son secuestradas y convertidas en esclavas sexuales cada año.
Marcela Szymanski, representante de ACN International ante la UE en Bruselas y editora jefe de la publicación bienal de ACN Informe sobre la libertad religiosa en el mundo, señaló el
peligro de utilizar erróneamente el término “matrimonio forzado” para hablar de esta cuestión: “Este término combina una palabra mala con una buena. Hablar de ‘conversión’ y ‘matrimonio’ es un eufemismo, porque la realidad es que se trata de secuestros y esclavitud sexual al socaire de la religión. La secuestrada no sólo no tiene libertad de elección porque es una niña, sino porque, además, está amenazada por sus secuestradores”. A nivel local, en países como Pakistán, donde esto es habitual, el secuestro, la violación y las amenazas de muerte son delitos punibles, pero si se les califica de ‘matrimonio’ los delitos civiles desaparecen de la vista y la víctima queda más lejos de la Justicia”, añadió Szymanski.
Según fuentes locales, el presidente saliente Muhammadu Buhari no estaría protegiendo a los cristianos, permitiendo que los focos de violencia se extiendan por todo el territorio de tal manera que, muy pronto, franjas enteras del país quedarán sin cristianos. En el último informe que la diócesis de Makurdi envió a ACN se denuncia que en 2022, los pastores fulani atacaron 93 aldeas y mataron a 325 campesinos en el estado de Benue.
Se espera que la resolución sobre Nigeria impulse al gobierno estadounidense a actuar en un momento crítico para los cristianos del país. En una preocupante ruptura con la tradición, el partido del presidente saliente Buhari (All Progressives Congress), que no puede presentarse para un tercer mandato, designó para las elecciones celebradas el 25 de febrero a dos musulmanes como candidatos para la presidencia y la vicepresidencia, en lugar de a un musulmán y a un cristiano, como venía siendo habitual. El candidato a la vicepresidencia, Kashim Shettima, ha sido criticado por ser poco combatiente ante Boko Haram cuando era gobernador del estado de Borno, lugar de origen del grupo terrorista.