(Especial Fides a cargo de Stefano Lodigiani)
En el año 2022, según los datos recogidos por la Agencia Fides, han sido asesinados en el mundo
18 misioneros y misioneras: 12 sacerdotes, 1 religioso, 3 religiosas, 1 seminarista y 1 laico. En cuanto a la distribución continental, el mayor número se ha registrado en África donde han sido asesinados 9 misioneros (7 sacerdotes, 2 religiosas), seguido de América Latina, con 8 misioneros asesinados (4 sacerdotes, 1 religioso, 1 religiosa, 1 seminarista y 1 laico) y por último de Asia, donde han perdido la vida 1 sacerdote. En los últimos años África y América se alternan en los primeros puestos de esta trágica lista: de 2011 a 2021 durante 8 años América y durante 3 años África (2018, 2019, 2021). De 2001 a 2021, el número total de misioneros asesinados asciende a 526.
La lista anual de Fides, desde hace ya tiempo, no solo se refiere a los misioneros “ad gentes” en sentido estricto, sino que trata de reflejar todos los casos en los que bautizados comprometidos con la vida de la Iglesia han muerto de manera violenta, aunque no sea expresamente “por odio a la fe”.
Por esta razón, preferimos no usar el término “mártires”, - excepto en su significado etimológico de “testigos” -, con el fin de no entrar en el juicio que la Iglesia pueda hacer sobre algunos de ellos. De igual manera usamos el término “misionero” para todos los bautizados, conscientes de que “en virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se convierte en discípulo misionero. Cada persona bautizada, sea cual sea su función en la Iglesia o conocimiento de la fe, es un sujeto activo de evangelización” (EG 120).
Las pocas noticias e informes sobre la vida y las circunstancias que han llevado a la muerte violenta de estos 18 misioneros nos ofrecen imágenes de la vida cotidiana, en contextos particularmente difíciles, marcados por la violencia, la miseria, la falta de justicia y de respeto por la vida humana.