Encuentro Interreligioso: “BUSCA LA PAZ Y SIGUE TRAS ELLA.”
El 22 de noviembre se llevó a cabo el encuentro interreligioso: “El ser profundo, hacia la paz en plenitud: busca la paz y sigue tras ella”. Un espacio de reflexión y diálogo en donde se analizó el significado de la palabra PAZ y las muchas responsabilidades que conlleva buscarla, propiciarla y difundirla.
El encuentro organizado por la Confraternidad de Cristo Flagelado (COANIQUEM), la fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN Chile) y Universitas Albertiana de Barcelona, España, convocó a representantes de las Iglesias Católica, Ortodoxa, Luterana, Anglicana y la Comunidad Judía. Asimismo, contó con la presencia del Nuncio Apostólico en Chile, Monseñor Alberto Ortega, y de Monseñor Julio Larrondo, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago.
Estos encuentros interreligiosos de reflexión comenzaron el año 2002, con el fin de crear espacios de diálogo y comunión. Ya se han realizado dos ciclos: uno dedicado al sufrimiento como elemento redentor y, el otro, dedicado a la Vida en plenitud.
Este año comenzó un nuevo ciclo. Serán 4 sesiones, en años sucesivos, a través de los cuales se busca profundizar en el concepto de “paz”, desde distintos ángulos. Esta primera versión se centró en la paz interior. De ahí el nombre: “Busca la paz y sigue tras ella”.
El encuentro se realizó en la Pontificia Universidad Católica de Chile, que agradeció la oportunidad de acoger una iniciativa de esta relevancia. Así lo expresó Magdalena Amenábar Folch, Vicerrectora de Comunicaciones y Extensión Cultural de esta casa de estudios.
“Me parece importante felicitar a Jorge Rojas Zegers impulsor y líder de esta instancia y a cada uno de los aquí presentes por la disposición para aportar con esperanza, desde sus miradas, en un tiempo en el que los caminos de trascendencia y espiritualidad parecieran ser difíciles de transitar.”
También recordó un encuentro con las organizaciones para el diálogo interreligioso que sostuvo el Papa Benedicto, el año 2009 en Jerusalén, donde señaló: “Aunque las diferencias pueden parecer barreras, no deben oscurecer el sentido común y de respeto por lo universal, por lo absoluto y por la verdad…”
La iniciativa, impulsada por Benedicto XVI, encontró un fuerte eco en su sucesor Francisco, quien ha hecho ver la relevancia del diálogo, de salir al encuentro de los más alejados y de sentarse a la mesa con quienes profesan otra fe.
El diálogo interreligioso, es idealmente un intercambio abierto basado en la comprensión que nos mueve hacia cumplir una responsabilidad compartida para el mundo que nos rodea. Un espacio donde podemos encontrar especial significado para construir la nueva humanidad.
PRESENTACIONES QUE LLENAN EL ALMA
Cada una de las religiones presentes aportó desde su visión cómo entienden la paz interior y cómo la promueven entre sus fieles.
Comenzando por el rabino de la Comunidad Sefardita en Chile, Daniel Zang quien de la mano de los salmos y de las tradiciones familiares judías nos llevó a entender la grandeza del término y a encontrar en los libros del Antiguo Testamento un ejemplo de hombre pacífico: Aron. Contó que a la muerte de Arón todos se maravillaron de cuánto se le lloró y al investigar las causas, se dieron cuenta del tipo de liderazgo que él ejercía.
Él amaba la paz y la perseguía. Hay constancia de que cuando veía a dos personas que tenían diferencias, se acercaba a ellas y hacía todo lo posible por acercarlas.
El rabino también explicó que Shalom es la palabra que indica paz, pero también plenitud y eso nos lleva a la necesidad de difundir la paz para que esta sea realmente efectiva. Por lo tanto, debemos estar presentes en los espacios donde falta paz, para trabajar por la paz e influir en los ambientes.
Una idea que también fue incluida por Monseñor Héctor Zavala, Arzobispo Anglicano, quien nos explicó que ante un mundo con tanta inestabilidad, debemos actuar: Cuida tus palabras, deja o renuncia a las cosas que hacen mal a tu vida, cuida tus oídos e evita que las cosas te afecten, dedícate a hacer el bien, buscando donde servir al otro y busca y persigue la paz en tus relaciones con otros, incluso cuando esto sea difícil de lograr.
Monseñor Zavala nos explicó que este no es un camino que se logra con milagros, “la paz hay que trabajarla y si vemos que algo la amenaza, hay que unirnos más”.
Como hacedores de paz, monseñor Zavala nos recordó que si nos sentimos amados por Dios y entendemos que si nos equivocamos Él nos sigue amando, entonces ya sabemos cómo seguir trabajando para llevar la paz a otros. Una paz que –como dijo antes- se trabaja, con buenas actitudes y con sonrisas. Pero también con la oración.
En un segundo momento del diálogo interreligioso el padre Cristián Silva de la Iglesia Ortodoxa, nos invitó a revivir los difíciles escenarios que vivieron los apóstoles cuando todo en lo que creían lo vieron derrotado en la cruz. Pero en ese momento Jesús se les aparece y les da la PAZ. Eso, señaló, nos recuerda que podemos encontrar la paz en el dolor y que abstraerse del dolor no es el camino adecuado. Por eso el padre Silva nos señala que llenarse de Dios es encontrar la paz.
Concepto que también tomó Marcelo Huenulef, Pastor de la Iglesia Luterana, quien llamó a apreciar nuestra fe y regalar nuestra fe. Pero ello debemos hacerlo de la mano de las 5T: hablar con tacto, hablar con tino, hacerlo siempre con ternura y tolerancia y por supuesto con el tono adecuado.
También nos recordó que en nuestras oraciones está aquello que nos importa, por eso la paz y su búsqueda debiesen estar en nuestra oración.
Cerró este segundo bloque el padre Jordi Cussó, presidente de la Fundación Carta de la Paz de Barcelona, España, con una aseveración: Si no hay paz en nuestro interior, no podemos irradiar paz. Y volvió a recordarnos que aún en medio de la guerra es posible vivir la paz, la cual siempre es fruto del Espíritu Santo. Porque la paz está en nuestro interior.
UN MAESTRO DE LA PAZ
Finalmente, una tercera instancia estuvo representada por el nuncio apostólico Monseñor Alberto Ortega Martín. El nos llevó por el camino de constructor de paz que nos ha trazado el Papa Francisco durante estos casi 10 años de pontificado.
Cada uno de sus viajes y visitas apostólicas es un peldaño más en el camino del diálogo, donde nos ha mostrado que el cariño, la comprensión y el valorar las raíces propias, son el arma que nos lleva a pedir, promover y dar la paz. También el Papa nos da otra pista: buscar los puntos que nos unen y dentro de ellos el primero es que todos somos creaturas de Dios.
Siempre recordando las enseñanzas del Papa Francisco como constructor del diálogo y de la paz, monseñor Ortega explicó que él nos habla de mirar el cielo para caminar en la tierra con ojos que nos ayuden a buscar la paz.
Y es allí donde monseñor recordó su paso como nuncio en Irak donde vio la guerra, pero lo que más le llamó la atención y llenó el corazón fueron los testimonios de paz y perdón. “En ellos vi perdón. Ellos entendían y seguían el Evangelio”.
Busca la Paz y sigue tras ella.
