El Papa Francisco responde así a la súplica de los obispos ucranianos de consagrar Ucrania y Rusia al Corazón de María, tal y como pidió la Virgen a los pastorcitos en Fátima, el 13 de julio de 1917.
Son varias las naciones que han sido consagradas por sus respectivos obispos al Inmaculado Corazón de María. Algunas lo hicieron hace mucho tiempo como Puerto Rico (Pablo Benigno Carrión, 14 de agosto de 1863) y Ecuador (1892), otros -especialmente los europeos- en los momentos de guerra (Francia, Países Bajos y Bélgica, en 1943). Lo seguirían Japón, Austria y Canadá.
También las hay que lo han hecho en más de una ocasión como Portugal que ha invocado la protección de la Virgen en varias oportunidades (1913, 1938, 1956, 1957, 1975, 1981, 1983 y 1992).
En Chile por primera vez se consagró el país al Inmaculado Corazón de la Virgen en 1946 y luego más recientemente el 8 de diciembre de 2019.
Rusia también ha sido objeto de esta especial bendición. El 7 de junio de 1952 por Pío XII y luego, años después, el 25 de marzo de 1984 por Juan Pablo II junto con todos los obispos del mundo. También se repetiría la consagración de Rusia y los países de Asia Central el 13 de mayo de 2017 por el cardenal Josef Cordes.
Ucrania también fue consagrada a la Virgen en fecha anterior. Fue el 23 de octubre de 2016 en Fátima por el arzobispo Sviatoslav Shevchuk.
Y es que la súplica a Nuestra amorosa Madre es incesante. "Madre de los hombres y de los pueblos, Tú conoces todos sus sufrimientos y sus esperanzas, Tú sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que sacuden al mundo, acoge nuestro grito dirigido en el Espíritu Santo directamente a tu Corazón y abraza con el amor de la Madre y de la Esclava del Señor a los que más esperan este abrazo, y, al mismo tiempo, a aquellos cuya entrega Tú esperas de modo especial. Toma bajo tu protección materna a toda la familia humana a la que, con todo afecto a ti, Madre, confiamos.
Ayuda a la Iglesia que Sufre está estrechísimamente ligada desde su origen a la advocación de la Virgen María en Fátima pues esta Fundación Pontificia nació en 1947 como respuesta a esa petición de nuestra Madre de oración por la conversión de Rusia y para dar auxilio a tantos cristianos perseguidos por su fe, tras la II Guerra Mundial.
Con María, únete al Papa para rezar por la paz en Ucrania