“Hay un sentimiento de frustración entre la gente, pues tenemos muchas preguntas y toda la ciudadanía pide respuestas. ¿Por qué las autoridades judiciales no persiguen a quienes se considera responsables? Además, hay algunos puntos sobre los que el informe del Parlamento recomienda una ulterior investigación, pero esto no se está llevando a cabo, ¿por qué?”, se pregunta el Cardenal.
El informe de la Comisión también apunta a una connivencia e insinúa que el motivo puede haber sido el de obtener réditos electorales. “La Comisión acusa gravemente al aparato de Inteligencia del Estado, donde la información conocida por unos pocos no fue compartida con las partes pertinentes. También se observa que se necesita una ulterior investigación para aclarar si algunas personas no influyeron en Inteligencia con el fin de crear caos e infundir miedo e incertidumbre en el período previo a las elecciones presidenciales, que iban a celebrarse ese mismo año”, indica el Cardenal citando directamente el resumen del informe.
Aunque la justicia –si finalmente se hace- llegará demasiado tarde para los que fueron asesinados, hay muchos supervivientes que todavía sufren las consecuencias, tanto físicas como psíquicas, de estos ataques terroristas. El Cardenal no pudo evitar las lágrimas durante la rueda de prensa en el momento de compartir algunas de sus historias. “Un hombre que perdió a su mujer se suicidó hace tres meses, dejando huérfanas a sus tres hijas. Otro hombre que perdió a su mujer y sus tres hijos y que vivía con su suegra tuvo que marcharse de su antiguo hogar y se fue a dormir al cementerio, donde está enterrada su familia. A una mujer que era profesora de danza la explosión la dejó postrada en la cama. Tiene un hijo pequeño y entretanto su marido la ha abandonado, y el sufrimiento que está atravesando es tremendo”.