Rami fue el primero en volver a Karemlesh con su familia. Karamlesh fue una de las poblaciones que más rápido empezó a retomar vida. Pronto las cruces fueron devueltas a las cúpulas de algunas de las principales iglesias. Se reconstruyeron las carreteras, las escuelas y las iglesias. Al poco tiempo, también regresó Rita. Poco a poco, la vida volvió al pueblo. Abrieron tiendas, incluidas dos barberías y una panadería. “La gente de aquí es muy amable y pacífica. Por eso, nunca sospechamos que pudiera ocurrirnos algo tan terrible. ISIS convirtió nuestros hogares en instalaciones militares. La iglesia de Santa Bárbara se convirtió en su cuartel general” - explica Rami. En total ya casi la mitad de las familias han regresado, aunque en muchas de ellas algunos de sus miembros se han quedado en la capital o han emigrado del país, por eso sólo un tercio de los habitantes están de vuelta. Hay muchos sitios vacíos alrededor del hogar.