colaboradores, amigos y animadores laicos de SCC. Pacientes desesperados hacen fila frente a las salas de emergencia de los hospitales en las principales ciudades de la India, esperando camas y oxígeno. La gente muere por falta de oxígeno. Los médicos indios se han vuelto tan desesperados por tener acceso a oxígeno y cilindros de oxígeno para mantener con vida a los pacientes.
En la segunda ola de la pandemia de Covid, muchas personas no presentan síntomas, pero de repente caen y mueren. Esto acelera la contaminación y propagación de la enfermedad y nos deja en una situación de desamparo.
Un anuncio en las redes sociales sobre la adopción de niños huérfanos por la muerte de los padres de la familia es desgarrador. Situación muy muy triste.
Nuestras diócesis y congregaciones religiosas se están uniendo, como grupo de trabajo para estar al lado de nuestra gente, brindando a nuestras instituciones recursos para dar atención médica a los pacientes afectados por Covid. Estamos preparando un asesoramiento las 24 horas del día para hacer frente al miedo y el pánico de nuestra gente, especialmente los pobres. También estamos tratando de alimentar a las personas que carecen de alimentos. En algunos lugares se proporciona servicio de ambulancia para llevar a los pacientes al centro.
Nosotros, en la India, necesitamos su oración. Queridos amigos de ACN, les pido humildemente sus oraciones. Que el Señor nos ayude a encontrar formas y fuerzas para protegernos a nosotros mismos y a nuestro pueblo. Siempre nos has apoyado en nuestro dolor y sufrimiento. Unámonos en la oración. Gracias. Dios los bendiga amigos".
Duras palabras que no dejan indiferente a nadie.
Su llamado duele y nos motiva a seguir apoyando a las comunidades. ACN apoya activamente a la Iglesia local, y ha financiado unos 27 proyectos (más de 370.000 euros) para apoyar a sacerdotes y religiosas mediante ayudas de existencia y estipendios de Misa, para ayudarles a proseguir con su labor en estos tiempos tan difíciles debido al COVID19.
Monseñor Couto nos dice:
"Solo quiero dar las gracias a todos nuestros benefactores por toda la solidaridad que siempre manifiestan para con la Iglesia necesitada, que ahora mismo está sufriendo mucho debido al Covid-19. Yo les diría: ¡Por favor, seguid así! Vuestra preocupación y vuestro amor nos dan fuerzas para seguir adelante y ser testigos valientes de la Buena Nueva de nuestro Señor Jesucristo".