“Al menos 25 policías, incluidas dos agentes femeninas, se despliegan para las misas de Pascua, Navidad y Año Nuevo. Con una semana de antelación nuestros voluntarios son instruidos acerca de cómo actuar ante un ataque terrorista. Se habilitan puertas de acceso y hay francotiradores para garantizar la seguridad en estas misas, en las que también hacen apariciones sorpresa altos cargos de la Policía como, por ejemplo, el inspector general de la Policía de Punjab”.
“La pasada Navidad, el subcomisario de la Policía de Lahore repartió dulces entre los niños. El arzobispo de Lahore, Mons. Sebastián Shaw, suele distinguir a los altos cargos de la Policía por proporcionar seguridad en las misas: se les obsequia con ramos de flores en la catedral entre atronadores aplausos y se les invita a comer en la sede episcopal. La cooperación en materia de seguridad ha reforzado los vínculos de la Iglesia con la Policía local”.
“Hace unas dos décadas, las peleas eran habituales en las vigilias de Pascua y Navidad y, por desgracia, la mayoría de ellas eran provocadas por jóvenes de nuestra propia comunidad. Algunos incluso se negaban a cooperar con nuestro equipo cuando empezamos a implantar las medidas de seguridad en las iglesias. Especialmente los visitantes de otras provincias no entienden nuestros protocolos. Ahora, todo el mundo nos conoce en la comunidad y nuestra experiencia nos permite detectar a los forasteros”.
“Todo el mundo está atemorizado por los terroristas, pero nosotros trabajamos en nombre de Aquel que nos protege a todos. Nuestra fe nos dice que Dios no nos fallará. Por eso, cumplimos con nuestro deber con absoluta dedicación y evitamos los pensamientos negativos”.