Uno de los proyectos más importantes, que comenzó a ser apoyado en 2017 por la fundación es
“la Gota de Leche” en Alepo. Con él se
distribuye leche en polvo a más de 3000 niños de familias cristianas en grave necesidad o desplazadas por la guerra. El programa los acompaña desde su nacimiento hasta los diez años. Proyectos similares benefician a niños de Tartus desde 2015 y Homs desde 2018.
Otra de las iniciativas sostenidas por la fundación son las
becas a estudiantes escolares y universitarios cristianos de Alepo y Damasco, ya que debido a la guerra un tercio de las escuelas se encuentran fuera de servicio y además muchas familias no envían a sus hijos a las escuelas restantes para reducir sus gastos. Durante el año académico 2019-2020, en Alepo resultaron beneficiados 7340 estudiantes. En Damasco, con el apoyo de las Hermanas de la Caridad de Besançon se otorgó para el período 2020-2021 a 550 estudiantes universitarios de la Iglesia greco melquita local.
Siria no se ha librado de los estragos causados por la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del Covid-19. ACN destinó por ello en 2020 más de 576 mil euros para asistir con la ayuda de las iglesias locales a 23.050 familias cristianas en gran necesidad debido a la precaria situación económica causada por la cuarentena. Durante la Navidad del año 2020, con la ayuda de Congregación de Jesús y María, los benefactores de ACN donaron 200 mil euros para regalar una parka a 25 mil niños en varias ciudades del país.
Por otro lado, la fundación
ACN ha invertido casi cuatro millones de euros en 156 proyectos de reconstrucción de iglesias, conventos, escuelas y centros pastorales,
así como un millón y medio de euros para la renovación de 1077 casas familiares, destruidas por los combates y bombardeos. Estos proyectos ayudaron por ejemplo a familias de Homs, Alepo, Maaloula y en el Valle de los Cristianos a retornar a sus casas. Entre las iglesias reconstruidas gracias a los benefactores de ACN resaltan la Catedral Nuestra Señora de la Paz de Homs y la Catedral de San Elias en Alepo.
En cuanto a la ayuda pastoral, ACN destinó más de dos millones de euros para 182 proyectos. Los más destacados son los campamentos de verano concebidos como un tiempo de sanación, recuperación interior y formación para jóvenes o para familias que han sufrido el trauma de la guerra. Dentro de este ámbito de apoyo espiritual se enmarca la campaña de oración “Consuela a mi Pueblo”, para acompañar a las familias cristianas que perdieron a sus seres queridos durante la guerra. El ícono Nuestra Señora de los Dolores, Consoladora de los Sirios bendecido por el Papa Francisco peregrinó para ello por parroquias de 34 diócesis.