La violencia, los asesinatos a cristianos y los desplazamientos forzosos han aumentado drásticamente en África. Tu ayuda es importante para aliviarles el sufrimiento, para que mantengan viva la fe y puedan tener una vida mejor. ¡Cuentan contigo!
Mientras desde 2020 la pandemia del COVID-19 ha paralizado al mundo entero y dado un vuelco radical a nuestras vidas, África hace frente además a un vía crucis estremecedor: el terror y la violencia de terroristas islámicos.
Estos grupos terroristas procedentes de Medio Oriente aprovecharon la “distracción” de los gobiernos africanos, centrados en la gestión de la crisis sanitaria, para aumentar sus ataques y afianzar sus estructuras territoriales, con el fin de establecer un “califato transcontinental”. Los cristianos son objetivo claro de los extremistas islámicos en muchos países de este “continente de mártires”. En ningún lugar del mundo han sido asesinados tantos sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos, como en África, en los últimos tres años. 6,3 millones de personas se han visto obligadas a huir y a perder absolutamente todo, para poder salvar sus vidas.
UNA REALIDAD QUE TODOS LOS CATÓLICOS DEBEMOS CONOCER
Los efectos de vivir bajo la constante amenaza del terrorismo y el miedo son devastadores para la población. El trauma que genera la muerte de seres queridos, haberse quedado sin hogar, sin medio de vida, sin colegio… es un auténtico calvario para niños, jóvenes y adultos.
Miles de personas necesitan apoyo psicológico, pero también alimentos y bienes de primera necesidad. Acuden a la Iglesia, porque saben que de las religiosas y los sacerdotes recibirán siempre el consuelo espiritual y material que tanto ansían.
AYUDA A NUESTROS HERMANOS EN AFRICA
En África viven 234 millones de católicos, más de una sexta parte de todos los católicos del mundo.
“La Iglesia es la institución que mejor funciona (...) es la única de todas las instituciones heredadas de Occidente que funciona. En muchos sitios, como en la República Democrática del Congo, se puede decir que la Iglesia es el Estado sin el cual no hay vida ni esperanza ni futuro”. (P. Apollinaire Cibaka Cikongo, sacerdote congoleño)