Son centenares de parroquias de maronitas en todo el mundo, yo sé que hay casi 90 en los Estados Unidos.
Muchos libaneses han tenido que dejar su país, ¿es eso una especie de testimonio de lo que ha sufrido ese país? Estas emigraciones no fueron solamente por motivos económicos, muchas de ellas se dieron porque la Iglesia fue muy perseguida, ¿cierto?
Si, además de las persecuciones que he comentado en los primeros siglos, hubo muchos genocidios contra los cristianos también antes de la primera guerra mundial, los más importantes de los drusos contra los cristianos en 1840 y 1860. Fue bajo el gobierno turco. Yo no hablo de política, solamente hablo de Cristo y esta pobre gente se fue, no sabían dónde. Donde el barco se paró, ahí se quedaron. La mayoría al inicio fueron a Argentina, después Brasil y Estados Unidos. Después de la primera y de la segunda guerra mundial, mucha gente se fue a aquellos países, por esto en Brasil ahora tienes esta gran comunidad, también en Europa, en Australia… tenemos 12 millones en la diáspora. Creo que cuando el Señor pide a esta gente dejar el Líbano, es para dar un testimonio, es para extender la palabra de Dios, la experiencia de Cristo.
Líbano ha tenido que ver cómo se desangra por la emigración. Pero, al mismo tiempo, ha acogido a muchas personas que también han huido de guerras y persecuciones religiosas, por ejemplo, los armenios en 1915.
Nadie quiere hablar de este genocidio horrible. Así es, una parte de ellos vino a Líbano y ya son libaneses, desde entonces son parte integrante de nuestro país. Por eso, sufrimos también mucho con lo que está pasando ahora en Armenia, porque nos recuerda a la época de los otomanos. Después de ellos vinieron los palestinos, después de la guerra en Israel porque huyeron o fueron expulsados del país. Todavía hoy, hay al menos diez campos de refugiados palestinos en el Líbano. Tienen su ley, están protegidos, tienen una legislación particular en el país, pero contribuyen a la desestabilización del Líbano porque también hay entre ellos terroristas que buscan refugio en estos campos.
Después vinieron los sirios y los iraquíes, debido a la invasión del Estado Islámico en Irak y la guerra en Siria. Esto ha desestabilizado el “status quo” que había en Líbano. ¿Tiene esto parte de culpa de los conflictos que está sufriendo el país?
La situación económica es muy crítica, la infraestructura del país no soporta tanta gente. Por ejemplo, no podemos tener electricidad todo el día porque no llega el servicio para todos. Sólo el consumo de electricidad es un gasto enorme y hay otras muchas cosas. La infraestructura del país es muy pequeña y la gente es muy numerosa. Esto es causa de una crisis económica, problemas muy grandes de tipo social y de tensiones políticas que no se sabe adónde irán. Ahora, esta situación ha empeorado todavía más con motivo de la crisis sanitaria del COVID19 y porque sentimos que falta seguridad en el país.